Conservantes para grano y pienso en avicultura

Análisis de los conservantes disponibles en el mercado y efectos de la peletización sobre la contaminación microbiológica del alimento

Dentro de los tres tipos de conservantes, los que presentan mejores características son los que se basan en la combinación de anillo cimenol, de origen botánico, y ácido cítrico, ya que son altamente eficaces.

Escribe:

David Díez Arias
Veterinary Manager – Biovet S.A. Laboratories

Conservar el alimento consiste en preservar sus características, es decir, evitar la pérdida de nutrientes y valor energético causada por la acción de los microorganismos (bacterias y hongos) presentes en el alimento. Preservar estas propiedades nutritivas y energéticas es imprescindible para obtener unos buenos parámetros productivos.

La conservación del grano y alimento balanceado se lleva a cabo mediante la adición de productos que minimizan este deterioro, los conservantes, que también ayudan a prevenir enfermedades infecciosas y otros problemas derivados, como las micotoxicosis.

I. Análisis de los conservantes disponibles para piensos y materias primas

Los conservantes disponibles en el mercado peruano se pueden dividir en tres tipos principales: ácidos orgánicos, formaldehído y conservantes naturales.

Los primeros han sido utilizados durante décadas para conservar tanto materias primas como alimento balanceado. El formaldehído suele aplicarse al grano para el control de la presencia de Salmonella, una bacteria que preocupa gravemente a la producción avícola y porcina debido a las consecuencias en los animales y a la capacidad de algunas cepas para causar zoonosis (infecciones en humanos procedentes de animales). Por último, dentro de los conservantes naturales destaca el anillo cimenol, una molécula de origen botánico que, combinada con el ácido cítrico, es capaz de eliminar una gran variedad de microorganismos que causan el deterioro de los alimentos.

II. Los ácidos orgánicos: características y limitaciones

Los ácidos orgánicos inhiben el crecimiento de microorganismos en el alimento mediante la reducción del pH interno de bacterias y hongos, de manera que las enzimas dejan de funcionar y no son capaces de reproducirse. Se trata de productos que evitan la multiplicación de los microorganismos, pero que no los eliminan por completo.

Tienen un espectro de acción reducido: un tipo de ácido es efectivo frente un único grupo de microorganismos (ej. gram-positivos). La combinación de ácido propiónico con ácido fórmico es la más usada, ya que permite aumentar ligeramente el espectro de acción del conservante. Las limitaciones de estos productos son tres:

• Efecto de corta duración: al cabo de uno o dos meses, los microorganismos se acostumbran al cambio de pH y utilizan los ácidos como fuente de energía.

• Su espectro de acción limitado: sólo son efectivos frente grupos concretos de microorganismos, por lo que hay otros que permanecen en el alimento.

• Son corrosivos: los ácidos dañan la maquinaria y su aplicación puede ser peligrosa para los trabajadores.

III. El formaldehído: consecuencias graves para animales y humanos

El formaldehído tiene una gran capacidad salmonelicida, por lo que ha sido utilizado ampliamente para eliminar para eliminar la bacteria Salmonella en grano y alimento compuesto, así como para prevenir infecciones a nivel digestivo.

Sus efectos perjudiciales para la salud humana y animal, han hecho que cada vez existan menos productos a base de formaldehído disponibles para la alimentación animal en Perú. Esto se debe a que es una sustancia tóxica e irritante en contacto con la piel y el tracto respiratorio, además de cancerígena para humanos y animales.

Además, en el tracto digestivo, el formaldehído reacciona con el ácido clorhídrico, causando una reacción exotérmica que origina quemaduras térmicas y químicas en el epitelio digestivo, lo que conlleva a un importante empeoramiento de los parámetros productivos (imagen 1).

Imagen 1. Esófago de ave que ha recibido formaldehído. Se observan las quemaduras en la parte distal. Fuente: http://www.veterinariadigital.com/blogs/atlas-de-patologia

IV. Conservantes naturales

Los conservantes naturales representan una solución que ha ido ganando terreno a ácidos orgánicos y formaldehído, ya que presentan unas ventajas que suplen las limitaciones de los otros conservantes. El anillo cimenol es un claro ejemplo. Se trata de una molécula procedente de extractos vegetales capaz de eliminar una amplia variedad de microorganismos presentes en el alimento: bacterias gram-positivas y gram-negativas, hongos y levaduras.

Como se trata de un producto microbiocida, es decir, que elimina completamente los microorganismos, su eficacia perdura un largo tiempo, por lo que sirve para preservar grano y alimento balanceado durante al menos seis meses. Un valor añadido de este producto es que, de hecho, su eficacia perdura en el tracto digestivo, actuando como biocida intestinal controlando aquellos microorganismos patógenos que pueden colonizar el intestino. De esta manera, si un animal ingiere alimento con anillo cimenol tendrá una flora intestinal más equilibrada, y simultáneamente se prevendrán infecciones digestivas.

Ha demostrado ser ampliamente eficaz frente a Clostridium, Salmonella, E. coli, Staphylococcus, Aspergillus, Fusarium y Penicillium, entre otros. Su amplio espectro de acción permite que, con una sola molécula, se controle la presencia de una amplia variedad de microorganismos. Además, el efecto del anillo cimenol perdura al menos 6 meses, por lo que es útil en la conservación de materias primas almacenadas por largos periodos de tiempo. No se han descrito resistencias de los microorganismos y no deja residuos en los animales. Es un producto natural seguro para los animales y trabajadores, que no daña la maquinaria (no es corrosivo).

Ensayos de campo han demostrado que su aplicación en el alimento balanceado permite mejorar el equilibrio de la flora digestiva, ya que no afecta a la flora beneficiosa como Lactobacillus spp. Sus aplicaciones en este sentido son amplias, ya que incluyen la prevención de enfermedades infecciosas relacionadas con el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino, como la enteritis necrótica, y permite disminuir la presencia de Salmonella, E. coli y Campylobacter en las granjas.

Imagen 2. Crecimiento fúngico (Mucor sp.) en placas con distintas concentraciones de anillo cimenol. De izquierda a derecha: sin cimenol, 100 ppm, 200 ppm, 500 ppm.

V. El peletizado: ¿permite reemplazar el uso de conservantes?

El peletizado es un proceso que combina presión, humedad y calor para mejorar las características del alimento y compactar el alimento en forma de gránulos o pellets. Permite disminuir el desperdicio de alimento, mejorar la densidad nutritiva y energética y mejorar la palatabilidad y digestibilidad del pienso, entre otros. Otra ventaja relacionada con el proceso de peletización es que, gracias a las temperaturas a las que se lleva a cabo el proceso, se elimina gran cantidad de los microorganismos que pueden deteriorar el alimento. Sin embargo, el efecto conservante del peletizado tiene algunas limitaciones:

• La temperatura no es homogénea en todo el pellet: las partes internas de los gránulos no llegan a temperatura suficiente para eliminar todos los microorganismos.

• Algunos microorganismos pueden formar esporas muy resistentes a la temperatura.

• El alimento puede recontaminarse tras el peletizado.

Por estas tres razones, se recomienda el uso de conservantes también en el alimento peletizado, ya que es la única manera de asegurar que los microorganismos presentes no lo deteriorarán.

VI. Estrategias combinadas: peletizado y conservantes naturales

Las ventajas del peletizado hacen que este proceso sea recomendable para mejorar el desempeño. Debido a sus limitaciones, se recomienda combinarlo con la adición de conservantes en materias primas y alimento, de manera que se previene más eficazmente el deterioro del alimento. Dentro de los tres tipos de conservantes, los que presentan mejores características son los que se basan en la combinación de anillo cimenol, de origen botánico, y ácido cítrico, ya que son altamente eficaces, sirven para la conservación a largo plazo y son seguros para animales y manipuladores. Esta combinación ya está disponible en el mercado peruano, tanto en formato líquido, para administrarlo en forma de espray sobre el grano, como en polvo, para mezclarlo con el alimento balanceado u otras materias primas.

Apostar por conservantes naturales representa la opción más fiable e innovadora actualmente, especialmente ahora que las limitaciones en el uso del formaldehído hacen necesario el uso de soluciones eficaces para disminuir la presencia de patógenos en las granjas.

Imagen 3. Contaminaciones fúngicas post-peletizado en el alimento (imagen derecha) y pellets conservados
adecuadamente gracias al efecto del anillo cimenol (imagen izquierda)

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