Cada día es más difícil controlar las plagas. En el caso de las cucarachas, además de contar con una acelerada reproducción, crean una rápida resistencia a los químicos que buscan su eliminación. Científicos de la Universidad de Purdue (Indiana, EE.UU.) confirman que son cada vez más resistentes a los insecticidas.
Escribe: Hernán García Valdeavellano / Punto Focal para la comunicación de la OIE
No son las únicas. Lo mismo ocurre con las bacterias causantes de enfermedades, que adquieren mayor fortaleza frente a los fármacos antimicrobianos que las combaten. A esta situación se le denomina Resistencia Antimicrobiana (RAM) y pone en riesgo el control de las enfermedades en todo el mundo.
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Se da por un uso excesivo o inadecuado de los mismos, que puede generar la aparición de bacterias resistentes a la acción de estos fármacos, como se ha podido observar en el transcurso de las últimas décadas. Estos medicamentos son esenciales para preservar la salud humana así como el bienestar animal.
Por la resistencia antimicrobiana miles de animales no responden a los tratamientos médicos y mueren por infecciones no controladas, lo que puede generar a su vez alimentos nocivos o contaminados.
El comercio mundial de alimentos, junto con el turismo, permiten que estas bacterias resistentes se propaguen a través de la cadena alimentaria y el medioambiente, llegando a todo el planeta con facilidad. Por ello, es importante evitar los comportamientos de riesgo.
Del 13 al 19 de noviembre, se celebró la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antibióticos, con el objetivo de promover la toma de conciencia acerca de los riesgos sanitarios asociados a la resistencia a los antibióticos y promover la aplicación de unas buenas prácticas en la materia, con el fin de reducir en todo el mundo la aparición y la propagación de bacterias resistentes.
Para proteger a sus animales de este problema, los criadores deben cumplir las buenas prácticas ganaderas que recomienda el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA Perú), establecidas por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
Todos debemos hacer uso responsable y prudente de los antibióticos en los animales, que deben ser prescritos por un veterinario, adquiridos en sitios autorizados y brindar, durante el tiempo establecido, la dosis indicada.
Para ello, es indispensable contar con acciones coordinadas entre los sectores de la salud humana, la sanidad animal y la salud medioambiental. Preservar la eficacia de los antimicrobianos es fundamental para la salud y bienestar de los animales de crianza para alimentación, y de nosotros, los consumidores.
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