Estrategias nutricionales con base en avances genéticos

Todos los que estamos involucrados con la producción de alimentos para consumo humano tenemos un gran reto para el año 2050: alimentar a 9 mil millones de personas en el mundo.

Escribe: Cristian Uculmana M. – Coordinador Técnico Regional Olmix
cuculmana@olmix.com

Todos los que estamos involucrados con la producción de alimentos para consumo humano tenemos un gran reto para el año 2050: alimentar a 9 mil millones de personas en el mundo. Es un reto principalmente porque los recursos para la producción son limitados (tierra y agua), tenemos que estar alineados con la tendencia de bienestar animal, revisar temas de inocuidad alimentaria, las empresas tienen que conocer su huella de carbono y ver los mecanismos para minimizar el impacto. En este sentido, la eficiencia productiva desde el punto de vista de la conversión alimentaria se vuelve un diferencial, ya que con menos alimento (menos agua, menos espacio de cultivo, menos recursos, menor huella de carbono) se puede obtener más carne (más alimento para el mundo).

La mejora en la eficiencia productiva se puede dar gracias a los avances en tecnología, equipamiento, colecta de información y toma de

decisiones, manejo productivo, manejo sanitario, manejo nutricional y mejora genética. Todos estos puntos son muy importantes para la industria pecuaria, en esta oportunidad discutiremos sobre algunas estrategias nutricionales que se están usando de acuerdo con los actuales avances genéticos.

La mejora genética ha permitido tener hoy en día pollos de engorde que en 42 días pueden llegar a tener más de 3.4 Kg de peso (machos y en condiciones experimentales). Para llegar a este nivel, actualmente más de 70 variables son tomadas en cuenta para el proceso de selección en las reproductoras bisabuelas y pedigri (datos presentados por Eduardo Souza en el Simposio Brasil Sul de Avicultura 2019), las más importantes son:

• Conversión alimentaria

15 gramos menos de ración para ganar la misma cantidad de carne, y considerando la población total de pollos/año, liberaría 4000 km2 de tierras cultivables, un área equivalente a 3 veces la ciudad de Nueva York. Por esta razón, las compañías de genética se esfuerzan por contar con los equipos e instalaciones adecuadas para medir de manera más precisa el consumo de alimento. La tecnología RFID (identificación por radiofrecuencia) permite evaluar individualmente el consumo y el peso de cada reproductora en un ambiente en donde las aves pueden comportarse normalmente. Estas pruebas y mediciones se hacen con diferentes raciones (harina, pellet), diferentes materias primas (maíz/ soya, maíz/trigo/soya), diferente densidad de nutrientes (energía/ proteína) y diferentes ambientes (óptimo y con desafío sanitario) a fin de minimizar la relación entre el genotipo y el medioambiente sobre la variable conversión alimentaria.

• Defectos

Los defectos esqueléticos (piernas, dedos, quilla, columna) son evaluados rigurosamente ahora con tomógrafos, que permiten tener más precisión para detectar cualquier anormalidad.

También se tiene en cuenta la capacidad del ave para utilizar el oxígeno (medido con un oxímetro), para seleccionar aves más resistentes a condiciones de mal manejo (baja ventilación) y más adaptables a crianza en altura.

Además, variables cualitativas como capacidad para caminar, postura corporal, pododermatitis y lesiones en los talones también son consideradas en los procesos de selección.

• Robusticidad

Las compañías de genética realizan pruebas experimentales en ambientes sin desafío sanitario y también las hacen en ambientes muy contaminados. La premisa es seleccionar a los que tienen un buen desempeño en los dos ambientes.

• Calidad de carne

Actualmente también existe una selección por miopatías (pecho amaderado, estrías blancas, músculo verde y pecho espagueti) evaluadas por tomografías computarizadas.

Indudablemente, tiene que existir armonía entre el avance genético con la producción, sanidad, nutrición y, recientemente, también con las altas exigencias del consumidor.

En la parte de nutrición

A los conceptos de salud e integridad intestinal ahora se han sumado nuevos conceptos: microbiota, impronta nutricional, nutrigenómica e inmunonutrición.

Un error común cuando se discute sobre salud intestinal es enfocarse solo en el control de enfermedades y en los retos más frecuentes de las explotaciones avícolas: coccidiosis, clostridiosis y colibacilosis. Uno de los factores más importantes del deterioro de la salud intestinal es una inadecuada digestión y absorción (que posteriormente puede desencadenar un desequilibrio en la microbiota).

Las aves tienen una microbiota intestinal compleja, cuya composición y metabolismo varían entre los compartimentos intestinales con microambientes físico-químicos muy diferentes. Los principales factores que impulsan la colonización de determinadas especies de bacterias son: la disponibilidad de sustrato para el crecimiento, el pH y las secreciones antibacterianas de los organismos que habitan una sección específica (exclusión competitiva).

La nutrigenómica se basa en la relación que existe entre ciertos nutrientes y la capacidad de estos para activar o desactivar ciertas rutas metabólicas. Algunos ejemplos: los ácidos grasos poliinsaturados activan a los genes para que se aumente la producción de PPAR’s y de UCP’s, estas proteínas están involucradas en el metabolismo energético. Ciertos fitoquímicos estimulan al páncreas para que se formen unas proteínas específicas: emulsificantes. Polisacáridos específicos de las algas pueden modular la respuesta inmune y mejorar la integridad intestinal a través de la nutrigenómica.

La inmunonutrición trabaja en entender los mecanismos de defensa a nivel intestinal y ver si a través de la nutrición podemos sacar provecho a favor de mejorar respuesta productiva, para ello es importante primero conocer las barreras de defensa que presenta el TGI:

a) La primera barrera es la microbiana. Se conoce que muchos de los microorganismos presentes en el tracto gastrointestinal realizan funciones que son esenciales en la fisiología del anfitrión, a pesar de esto, el sistema inmune del huésped debe controlar la comunidad microbiana a fin de mantener una relación interdependiente benéfica para ambos.

La barrera microbiana genera una cascada de interacciones inmunológicas y metabólicas que generan condiciones desfavorables para la colonización por patógenos entéricos, fenómeno conocido como “resistencia a la colonización”.

b) La segunda barrera es la química. Una doble capa de moco recubre todo el epitelio intestinal; la superior proporciona el entorno para que la microbiota deseada sobreviva (barrera microbiana) y la capa interna es la que permanece relativamente estéril gracias a la producción de péptidos antimicrobianos.

c) La tercera es la barrera física proporcionada por las células epiteliales. El epitelio incluye enterocitos, células caliciformes (que producen el mucus), células de Paneth (que sintetizan péptidos antimicrobianos) y células madre. Además, existen un conjunto de proteínas que dan unión a estas células y ayudan a formar una superficie continua. Estas proteínas son: claudinas, ocludinas y proteínas de la zona de oclusión, y conforman las denominadas “uniones estrechas”.

d) La cuarta barrera es la inmunológica. Se encuentra en la lámina propia y contiene a las células encargadas de dar el soporte para la respuesta inmune. Estas células son: macrófagos, células dendríticas, células de la familia T, linfocitos y moléculas (citoquinas y quimiocinas).

Desde el punto de vista del consumidor

Se estima que en los próximos años una de principales causas de muerte en la población será la resistencia a antibióticos, junto con las complicaciones del sobrepeso y los diversos tipos de cáncer. Por esta razón las empresas deben preparar estrategias de producción libre de antibióticos promotores de crecimiento para alinearse con lo que la población solicita de nuestra parte.

Consideraciones finales

Para una correcta funcionalidad del TGI se debe considerar factores como: dieta, función de barrera del TGI, interacción hospedero-microbiota, función neuroendocrina, función motora, estado inmunitario y digestión/ absorción efectiva.

Debemos buscar alternativas para optimizar la respuesta productiva y así estar a la par del constante avance genético. Algunas de las alternativas disponibles, tanto en temas nutricionales como de aditivos son:

• Verificar relación Energía/Lisina dig y perfil de aminoácidos en relación a la lisina dig.

• El tamaño de partícula ideal, por especie y por edad.

• Calidad de insumos y agua.

• Ajuste de aminoácidos para mejorar la respuesta inmune y disminuir problemas asociados con calidad de carne.

• Manejar correcto nivel de calcio, fósforo y relación Ca:Pd. Un nivel elevado, incluso ligeramente, de calcio puede quelar nutrientes e interferir con la actividad de algunas enzimas. En aditivos, es importante las tecnologías que nos ofrecen las fitasas y los distintos metabolitos de la vitamina D.

• Elegir un secuestrante de micotoxinas de reconocida eficacia. Se conoce que la absorción intestinal de las fumonisinas se encuentra por debajo del 5%, por esta razón hay pocos casos de signos clínicos asociados a estas micotoxinas; sin embargo, lo que las fumonisinas ocasionan a nivel de lumen intestinal (subclínico) es pérdida de eficiencia productiva al activar a receptores implicados con alterar negativamente la integridad intestinal.

• Uso de enzimas exógenas. Esta herramienta es muy usada en la nutrición avícola y es importante porque provee al animal de enzimas que normalmente no se encuentran en el TGI o son insuficientes (xylanasas, fitasas).

• Uso de un activador enzimático para potenciar la digestión y por tanto los resultados productivos.

Conocer los avances genéticos nos ayudará a desarrollar estrategias más eficientes para mejorar la respuesta productiva y prevenir los principales problemas asociados a la producción de pollos de engorde (síndrome de muerte súbita, integridad ósea, excesivo contenido de grasa abdominal, miopatías, inmunidad) y gallinas de postura (mejorar el desarrollo integral de la pollita en el levante, pico de producción, persistencia e inmunidad).

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