Experto de Aviagen comparte consejos para optimizar el manejo del macho

Aviagen América Latina está actualmente realizando una segunda serie de webinars, diseñada para fortalecer el compromiso de la compañía con los clientes de productos Arbor Acres® y Ross® durante la pandemia del COVID-19, que todavía persiste en todo el mundo. El día 21 de Octubre, Jorge Amado, Veterinario y Director de Servicios Técnicos de Aviagen para Centroamérica, México y el Caribe (CAME), analizó métodos prácticos con clientes para mejorar el manejo de aves machos, con el fin de obtener excelente fertilidad, viabilidad y calidad del pollito.

Manejo experto – clave para el rendimiento reproductivo

Conforme a Amado, cuando se observan los parámetros de heredabilidad genética con una revisión de los datos reproductivos, es posible identificar los rasgos de fertilidad que los animales heredaron de sus padres. El resultado es un máximo de 12% de influencia genética, lo que significa que el 88% de la fertilidad está influenciada por la salud, nutrición, manejo y control ambiental.

“Todos estos factores están directamente relacionados con nuestras acciones y elecciones en la granja. Por consiguiente, una de las mejores herramientas que tenemos es ajustar ciertos parámetros en la etapa de crianza”. Recalcó

Manejo óptimo durante la crianza

Amado aconsejó que en las primeras cuatro semanas de la vida del pollito, el manejo debería enfocarse en el desarrollo de los diversos sistemas, tales como sistema inmune, cardiovascular, pulmonar, muscular, esquelético y digestivo. Entre la cuarta y quinta semana, el ave ha alcanzado el 50% del desarrollo esquelético; en la octava semana el 85% y en las semanas 12 y 13 un poco más del 95% de su esqueleto está ya desarrollado. Estos aspectos son muy relevantes para la fertilidad futura de los machos.

Desde las 15 semanas en adelante, el ave ingresa a la pubertad y experimenta importantes cambios en el desarrollo de los testículos. A las 20 semanas, hay un incremento en el peso testicular; en las semanas 22 y 23 hay un fuerte crecimiento tanto en el tamaño como en el peso testicular. El macho alcanza la madurez fisiológica en las semanas 30 y a 35, logrando el máximo peso testicular.

Es también importante observar la estructura esquelética, ya que las longitudes de los tarsos y quillas influyen en el rendimiento de los machos. Las aves deben estar en el peso promedio o sobre el peso promedio en la cuarta semana de vida, presentando la mejor uniformidad posible. Para lograr el peso ideal, los machos deberán recibir un mayor suministro de luz en las primeras semanas, comenzando con 23 horas de luz y 1 hora de oscuridad y llegando hasta 18 horas de luz y 6 horas en oscuridad. El objetivo es incrementar el consumo de alimento en las primeras cuatro semanas de vida. Desde la quinta semana hacia adelante, la formulación del alimento para las aves deberá ajustarse en proteína y energía para controlar el peso corporal del macho.

“Controlar el peso corporal y la uniformidad de los machos en los períodos de crianza y producción son claves para el manejo exitoso,” concluyó Amado.

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