Fuente: Rabobank
La multinacional financiera, Rabobank, informó luego de haber revisado en los últimos días las previsiones para el volátil mercado avícola de 2021, las medidas que recomienda que tome la industria avícola para superar los desafíos, y sustentó cómo los márgenes de la industria avícola internacional se mantienen ajustados ante el impacto económico del covid 19, pero la novedad para este 2021 es que han aumentado las diferencias entre unas y otras empresas.
«Podemos esperar más cambios en los mercados y las condiciones de suministro a corto y largo plazo», dijo Nan-Dirk Mulder, analista senior de proteína animal de Rabobank. «Estos grandes cambios requerirán una constante puesta a punto por parte de los inversores para optimizar su posición en condiciones cambiantes del mercado a corto y largo plazo. Las empresas que sepan adaptarse y reforzar sus posiciones superarán esta recesión fortalecerán su posición en el mercado individual». Asimismo sustentó cuáles son las tres fases que debe superar nuestra industria para seguir su camino de recuperación frente a la pandemia:
1a fase (2020): Parar el golpe asimétrico
El informe explica que el primer paso fue la interrupción provocada por el covid-19 que se sintió en 2020, que causó fluctuaciones significativas en los mercados, el comercio y las cadenas de suministro. Rabobank afirma que el golpe fue muy asimétrico creando diferencias en los resultados económicos entre empresas del mismo sector como nunca se habían visto antes.
2a fase (2021): Recuperar, consolidar posiciones y buscar oportunidad a productos premium en los lineales
En 2021, el informe predice que una recuperación a dos velocidades puede tener impactos importantes en la industria global y regional.
«Los altibajos de la pandemia en el primer semestre de 2021 conducirán a impactos continuos en las cadenas de suministro, con una demanda minorista y en línea en máximos y una baja demanda en hostelería y restauración, especialmente durante los confinamientos», dijo Mulder.
«Las condiciones comenzarán a recuperarse gradualmente cuando el Covid-19 este un poco más controlado en el segundo semestre de 2021 y hasta 2022, a medida que las vacunas se utilicen más ampliamente. Al contexto covid-19 en 2021 se ha de añadir el contexto materias primas” ya que estás están subiendo de precio de manera muy importante en 2021 en todo el mundo.
Esta recuperación será a doble velocidad, supermercados y venta directa al consumidor, por un lado, y recuperación de la demanda por parte de hostelería y restauración en segundo lugar y a mucha menor velocidad.
El informe indicó que, con una tendencia de doble mercado, los consumidores también podrían tener un alto poder de gasto que impulsaría la demanda de productos premium en el comercio minorista, con consumidores centrados en los precios que se han visto económicamente afectados por la pandemia del otro lado.
En esta fase 2 en 2021 las empresas avícolas deberán velar especialmente por el control de costes, la gestión de compras, el posicionamiento de sus productos y la posibilidad de ofertar productos premium de pollo en los supermercados para un consumidor que estará dispuesto a pagar más por productos de mayor valor añadido.
3a fase (2022): La proteína avícola seguirá siendo la de mayor crecimiento mundial en su demanda
Por último, en la tercera fase, que comenzará en 2022, habrá un retorno de la inversión alcista en la industria global, según Rabobank. El grupo espera que las inversiones clave sean diferentes antes de COVID-19.
«Los canales de distribución cambiarán, con ventas continuadas y robustas en el hogar y en los lineales, lo que también cambiará las oportunidades de mezcla de productos. Las cadenas de valor serán más digitales, más inteligentes y sostenibles, y la seguridad alimentaria y de los insumos impulsará una mayor oferta local y un comercio más presionado». La demanda mundial de aves de corral se caracterizará sin duda por una demanda fuerte y continuada, a pesar de la repercusión innegable del covid-19 en la industría avícola (problema temporal), de la mayor presencia en los líneales de los países occidentales de proteína no animal (megatendencia que ha venido para quedarse) y de la recuperación de la demanda de carne de porcino motivada por la progresiva superación de la peste porcina africana.
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