Prevención natural del estrés térmico en gallinas ponedoras y reproductoras

David Díez Arias
Veterinary Manager – Biovet S.A. Laboratories

Introducción

La anatomía y fisiología de las aves muestran adaptaciones específicas para el proceso de puesta de huevos. Las gallinas tienen un metabolismo óseo y del calcio exclusivo, adaptado para la producción del huevo y la formación de la cáscara. Este metabolismo puede verse afectado en diversas circunstancias, como en casos de estrés por calor.

El estrés térmico es, de entre los tipos de estrés, uno de los más frecuentes e importantes que suele afectar a las explotaciones avícolas. En el caso específico de las ponedoras y reproductoras, tiene un efecto sobre la producción de huevo, sobre el grosor y resistencia de la cáscara, o la incubabilidad, entre otros parámetros de importancia.

¿Cómo mantienen las aves su temperatura corporal?

Las aves tienen una temperatura corporal de unos 41ᵒC, la cual mantienen gracias a su capacidad de termorregulación. En cría industrial se debe mantener a las aves en la zona termoneutral, un rango de temperaturas dentro del cual las aves pueden disipar calor mediante sus mecanismos básicos (radiación, convección y conducción). En esta zona termoneutral no hay estrés por calor y la temperatura corporal se mantiene constante.

Sin embargo, es habitual que, en determinadas condiciones, se superen los límites de la zona termoneutral y estos mecanismos básicos de regulación de la temperatura sean insuficientes. Cuando esto sucede, la temperatura corporal asciende y comienza el fenómeno de estrés térmico. En este momento, el ave recurre a la pérdida de calor por evaporación, a través del jadeo. Durante el mismo, las aves promueven la circulación de aire en la superficie de sus sacos aéreos, lo que contribuye a aumentar el intercambio gaseoso y la pérdida de calor.

Este mecanismo incluye la actividad de los sistemas nervioso, endocrino y cardiorrespiratorio, entre otros. Conlleva la intensificación de las funciones esenciales, es decir, incrementa la tasa respiratoria y la frecuencia cardíaca. Por otro lado, reduce otras funciones menos importes para el mantenimiento de la vida a corto plazo, como la función inmunitaria, el crecimiento o la producción de huevo.

Inicialmente, lo más habitual es que las aves, al tratar de recuperar su equilibrio térmico, modifiquen su comportamiento, y se pueden observar aves con las alas distendidas, lentas o aletargadas, algunas con convulsiones. También, se observan heces húmedas e incremento del consumo de agua y descenso del consumo de pienso, y alteración de los parámetros de producción.

Cuando el estrés térmico se prolonga durante mucho tiempo, o los animales están expuestos a temperaturas muy elevadas, ningún mecanismo de los citados podrá reducir la temperatura corporal interna y comenzará a incrementarse la mortalidad por insuficiencia cardiorrespiratoria.

El estrés térmico en aves ponedoras y reproductoras

Para hacer frente al estrés térmico, las aves intensifican las funciones orgánicas esenciales para la supervivencia y el resto quedan relegadas a un segundo plano. Esto hace que la mayor parte de la energía se utilice para combatir la situación de estrés y asegurar la supervivencia, por lo que no se destina al engorde ni a la producción de huevo. En el caso de las aves de postura, esto conlleva, inicialmente, a una disminución del tamaño de los huevos y, posteriormente, a la reducción de la producción de huevos y aparición de huevos rotos, entre otros signos.

Durante el jadeo de las aves en los momentos de estrés térmico, se produce un exceso en la pérdida de niveles de CO2 sanguíneos por debajo de sus niveles basales, lo que conlleva a que incremente el pH de la sangre produciéndose alcalosis metabólica. Con el fin de restaurar los niveles de CO2 en sangre, se desplaza carbonato cálcico (Ca2CO3) de los huesos a la sangre y, una vez allí, se
desdobla como vemos en el esquema siguiente:

CaCO3 → CO2 + CaO+ H+ + OH– → CO3H– + CaO + H+

El bicarbonato (CO3H–) se excreta por el riñón para combatir la alcalosis metabólica y también se pierde calcio en forma de CaO, lo que provoca el empobrecimiento de este elemento en las aves. Debido a la excreción de ambos, bicarbonato y calcio, se va reduciendo la capacidad de la gallina de producir suficiente carbonato cálcico para formar la cáscara.

Mientras las reservas de calcio son suficientes, es decir, este mineral está almacenado debidamente en los huesos, la cáscara se seguirá formando gracias a que se moviliza calcio desde ellas para formar la cáscara del huevo. De ahí la importancia de mantener unas buenas reservas de calcio en los huesos a través de un correcto aporte nutricional y una buena absorción de calcio a través del intestino. En cambio, cuando estas reservas no son suficientes, o se agotan, aparecen huevos con deficiencias de calcio que harán que incremente el porcentaje de huevos rotos.

Además, se incrementa el número de casos de síndrome de la fatiga de la ponedora en jaula, caracterizado por la imposibilidad de las gallinas para mantenerse en pie debido a la fragilidad de los huesos tras la movilización de carbonato cálcico a la sangre. Por el mismo motivo, aparecen también animales con fracturas de la cabeza femoral.

Medidas de prevención del estrés calórico en la avicultura

Existen dos tipos principales de medidas preventivas que irán encaminadas a evitar las condiciones que conducen a agravar el estrés térmico y son:

  • Medidas de manejo: mejorar la ventilación, garantizar la disponibilidad de agua, mantener las aves en un entorno tranquilo, regular los programas de iluminación, implementar aspersores de techo y controlar densidades.
  • Medidas nutricionales: monitorizar los consumos de alimento y agua, formular dietas equilibradas, alimentar a las aves en horas menos cálidas del día, suministrar ingredientes altamente digestibles, adicionar aditivos en agua de bebida ricos en electrolitos y vitaminas.

Herramientas naturales para combatir el estrés térmico en gallinas de postura

Estas medidas descritas, en muchas ocasiones, son insuficientes por sí solas para paliar el problema. La investigación sobre el uso de una combinación de pronutrientes y carbonatos específicos ha resultado muy efectiva en la prevención del estrés térmico en aves de puesta, tanto ponedoras como reproductoras.

Los pronutrientes acondicionadores intestinales son moléculas naturales activas, que promueven la absorción mineral a nivel del intestino. Por eso, generan un mayor aprovechamiento del fósforo y calcio procedentes de la dieta, entre otros minerales. Por su parte, los carbonatos evitan que se movilice el carbonato cálcico de los huesos a la sangre en condiciones de estrés térmico al permanecer las reservas óseas de calcio para garantizar una mejor postura y hacer frente a estas condiciones de estrés.

Farm chicken in a barn, eating from an automatic feeder. industry concept.

Ensayos de campo avalan la eficacia de los pronutrientes acondicionadores del metabolismo mineral

Ensayo 1

En un ensayo realizado en reproductoras en Asia, se evaluó la sinergia entre los pronutrientes acondicionadores del metabolismo mineral y carbonatos específicos para ver el efecto en la producción de huevo, de huevo fértil y en la mortalidad, parámetros más afectados en la zona debido a las temperaturas elevadas. Se administró esta combinación sinérgica en agua de bebida, cuando las aves disminuyen la ingesta de pienso, pero mantienen la de agua. Los resultados se evaluaron tras 33 semanas de programa.

Se observó que, gracias a la combinación de pronutrientes y carbonatos específicos, se logró incrementar la producción de huevo en un 3,3% y la de huevo fértil en un 3,5%.

Respecto a la mortalidad, se observó una disminución de un 1,89%, gracias al control del estrés térmico mediante la combinación de los pronutrientes acondicionadores del metabolismo mineral y los carbonatos.

Ensayo 2

En otro ensayo, realizado en Japón, se evaluaron parámetros específicos del huevo, como
el peso total, el grosor de la cáscara y la fuerza de rotura, mediante el uso de la combinación específica de pronutrientes y carbonatos.

Respecto al peso del huevo, se mejoró en todas las semanas de administración de la solución. La resistencia a la rotura experimentó una notable mejora, probablemente relacionada con el incremento del grosor de la cáscara, observado en la mayoría de las semanas, gracias a la administración de la solución basada en la sinergia entre pronutrientes y carbonatos.

Ensayo 3

Finalmente, también en Japón, se han evaluado parámetros como los niveles de minerales en suero y la estructura ósea en ponedoras.

Se observó que los niveles séricos de los principales minerales, como el calcio y el fósforo, se ven incrementados, ya que los pronutrientes acondicionadores del metabolismo mineral incrementan su absorción a nivel del intestino.

La estructura ósea también se vio mejorada, puesto que se incrementó la densidad y dureza del hueso, la densidad del huevo medular y, por tanto, el aporte de calcio (el hueso medular aporta calcio para la formación de la cáscara, incluso hasta el 40%), se disminuyó el ratio hueso medular/médula ósea (relacionado con un menor envejecimiento de la gallina), y se disminuyeron los osteoclastos por superficie de hueso medular (lo que significa que hay menor resorción ósea).

DMO: densidad medular ósea. HT: hueso trabecular. HM: hueso medular. Ocl: osteoclastos. P<0.05

Conclusiones

El estrés térmico es un problema muy importante en la producción avícola, ya que los mecanismos de las aves para sofocarlo derivan la energía al mantenimiento de las funciones vitales en detrimento de la producción. En el caso de las ponedoras y reproductoras, se experimenta una notable caída de la calidad del huevo, se incrementan los huevos rotos, empeora la incubabilidad, y aparece síndrome de fatiga en jaula, por lo que se empeora el retorno económico de manera importante. Los esfuerzos para combatirlo han de ir destinados a paliar las condiciones ambientales que propician estas situaciones de estrés térmico y a considerar la administración descrita, en estos periodos de la tecnología, basada en pronutrientes acondicionadores del metabolismo mineral y carbonatos específicos.

La combinación de pronutrientes acondicionadores del metabolismo mineral y carbonatos descrita, ha sido desarrollada por Biovet, S.A. y se distribuye en Perú por ADIVET.

Deja un comentario

Descubre más desde Actualidad Avipecuaria

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo