Control de coccidiosis con vacunas, tradicionales y nuevos métodos de aplicación

Control de coccidiosis con vacunas tradicionales y nuevos métodos de aplicación

MV. Brenda Mora Gonzales
Representante Comercial Avicultura HIPRA PERÚ

Existe la necesidad de encontrar nuevas alternativas prácticas y duraderas para el control de la coccidiosis. Se han utilizado diferentes métodos de aplicación para las vacunas de coccidia, incluida la administración en la granja a través del agua de bebida, rociando en el alimento, y administración en la planta de incubación mediante vacunación de gel y aspersión (Tensa, 2019).

Las primeras formulaciones de vacunas vivas más antiguas, generalmente utilizadas para reproductoras, se administraron en el agua de bebida o en el alimento de pollitos de aproximadamente una semana de edad.

Se realizaron estudios indicando que la vacunación en la primera y/o segunda semana de edad mostró una inmunidad más fuerte que las aves inmunizadas al primer día de edad luego de ser retadas a las seis semanas, esto lo atribuían a una menor musculatura y una superficie de molienda poco desarrollada además de la tardía excreción de los esporozoitos en el intestino delgado debido a bajas concentraciones de tripsina y otras enzimas pancreáticas que afectan la enquistación. Además, se creía que el sistema inmune de los pollitos de un día de edad; al ser inmaduro, no evocaba una fuerte inmunidad contra coccidia como cuando el pollito se acerca a la semana de edad (Long et al., 1977, 1979; Doran et al., 1965).

Sin embargo, algunos trabajos posteriores como Stiff et al., (1993) demostraron que, independientemente de la edad, las aves de corral fueron capaces de establecer una inmunidad protectora completa contra diferentes cepas de Eimeria bajo exposición continua de éstas. Lillehoj et al. (1988), demostraron que los pollos infectados al primer día de edad eran tan inmunizados como los pollos infectados a tres semanas de edad, luego de ser inoculados con la misma dosis. De igual manera se realizaron diferentes trabajos que demostraron que los pollitos vacunados al primer día de edad son capaces de generar una respuesta inmunitaria eficaz y este principio ahora está bien establecido. (McDonald y Ballingall, 1983; Long et al., 1986; Nakai et al., 1992; Danforth et al., 1997). De hecho, ahora se sabe que incluso los embriones tardíos tienen un sistema inmunológico funcional (Watkins et al., 1995).

La aplicación precisa y uniforme de la vacuna es importante. Una incorrecta vacunación puede resultar en una variación significativa en el número de ooquistes ingeridos, causando una variación incontrolada en el estado inmunológico y la posibilidad de un brote de coccidiosis en pollos con exposición previa y respuestas inmunológicas bajas (Albanese et al., 2018).

Administración por aspersión

El método tradicional de aplicación de la vacuna contra la coccidia es un rociado a base de agua usando una cabina de rociado con gota gruesa. La cobertura de vacunación es esencial, ya que los pollitos que no ingieren ooquistes el día de la eclosión estarán más tarde expuestos a los ooquistes en campo, y esta dosis más alta de ooquistes puede provocar infecciones clínicas y lesiones intestinales (Albanese et al., 2018). Sin embargo; Price (2016) y Velkers (2012), realizaron pruebas en aves criadas en jaula y en piso respectivamente, demostrando que las aves no vacunadas se encuentran igualmente inmunizadas debido a la vacunación por contacto de la progenie vacunada. El número total de ooquistes en una vacuna por aspersión varía de acuerdo con el tamaño de la gota, la cantidad de ooquistes varía entre 200 a 3.000 ooquistes por dosis (Price et al., 2016).

Posteriormente, Albanese et al., (2018), compararon la eficacia de una vacuna comercial contra coccidia aplicada con un diluyente a base de agua, un diluyente de gel más viscoso y un diluyente de gel menos viscoso en múltiples puntos de tiempo después de la vacunación para cuantificar la diseminación de ooquistes de la vacuna. Los pollos fueron desafiados a los 16 días de edad con ooquistes de Eimeria maxima y siete días después del desafío se evaluaron las ganancias de peso corporal, lesiones macroscópicas y microscópicas. Todos los grupos vacunados parecieron estar protegidos en función del aumento de peso corporal y puntuación de lesiones. Los resultados de este proyecto indican que todas las aplicaciones de la vacuna son efectivas para proteger contra el desafío de Eimeria maxima cuando se utiliza una dosis adecuada de vacuna que permite repetir el ciclo de ooquistes en la camada después de la vacunación.

Hay varios equipos de vacunación en aspersión comercialmente disponibles para la administración de todo tipo de vacunas de coccidia utilizando gota gruesa. Existen dos tipos de equipos de vacunación en aspersión, las manuales y las inteligentes (Wililiams, 2002). De estos últimos los más importantes son: Desvac Duo Spray and gel, Hipraspray
y Spraycox III.

Administración en gel

Los diluyentes de gel pueden tener viscosidades variables y se “dejan caer” sobre los pollitos con un aplicador barra. Las gotas de gel permanecen intactas en la superficie de las aves durante más tiempo que las gotas a base de agua, lo que permite a los pollitos más tiempo para acicalarse e ingerir ooquistes (Albanese et al, 2018) Jenkins et al., (2013), evaluaron la eficacia de las gotas de gel en comparación con una vacunación en aspersión que contienen una mezcla de ooquistes de Eimeria acervulina,

Eimeria maxima y Eimeria tenella

Los pollitos recién nacidos fueron vacunados paralelamente en dos grupos; uno con una suspensión acuosa en aspersión y otro con alimentos que contenían perlas de gel, recibiendo un número equivalente de ooquistes de Eimeria. A las cuatro semanas de edad fueron desafiados con E. acervulina, E. maxima y E. tenella. Los pollos inmunizados con ooquistes de Eimeria en perlas de gel o por vacunación en aerosol mostraron significativamente un mayor aumento de peso en comparación con los controles no inmunizados.

La conversión alimenticia también mostró una mejora significativa en ambos grupos vacunados en relación con los controles no inmunizados. La excreción de ooquistes después del desafío de Eimeria por todos los grupos inmunizados fue aproximadamente 10 veces menor que en los controles no inmunizados. Estos hallazgos indican que la eficacia de inmunización de las perlas de gel y la vacunación en aerosol son eficaces contra la coccidiosis.

Posteriormente Tensa et al., (2019), realizaron un estudio similar comparando la vacunación en gel y aspersión. Las vacunas se mezclaron en diluyentes de gel y aspersión siguiendo las instrucciones del proveedor; y se tomaron muestras para evaluar los ooquistes en suspensión midiendo el tamaño y el número de gotas aplicadas sobre una caja de acrílico en una canasta de pollitos. Los resultados mostraron que no hubo sedimentación después de mezclar cualquiera de los diluyentes. Como se esperaba, el número de ooquistes por gota aumentó a medida  que aumentaba el tamaño de la gota en aspersión, pero se mantuvo constante en el tamaño uniforme de las gotas de gel.

Se demostró que independientemente de la vacuna o el diluyente los ooquistes
en ambos casos se distribuyeron uniformemente y se mantuvieron en la proporción adecuada. Lo que indica que cada sistema de administración puede administrar la vacuna de manera eficaz sin afectar de manera diferente a ninguna especie de coccidios en las vacunas.

Administración vía in ovo

La vacunación in ovo de embriones implica la administración controlada de una dosis precisa de ooquistes de Eimeria por embrión. Esta vacunación se realiza entre los 18 y 19 días de incubación (Williams, 2002).

En los años 90 se realizaron los primeros estudios de la vacunación in ovo contra la coccidiosis. En 1995 se intentó vacunar pollos de engorde contra Eimeria a los 17 y 18 días de incubación. Aunque encontraron evidencia de infección en los pollitos recién nacidos, estas aves no indujeron inmunidad al ser desafiadas a los 10 días de edad (Watkins, 1995).

Provaznikova (1997), realizó una vacunación in ovo inoculando esporozoitos de E. tenella; por otro lado, Weber (2003), inoculó diferentes estadios del parásito (esporozoítos, esporocistos u oocistos de E. tenella). En ambas pruebas se logró la inmunidad
frente al desafío de coccidiosis.

Los estudios siguieron y Weber (2004), investigó la inmunización de pollos mediante inyección in ovo de estadios infecciosos de cinco especies de Eimeria. Se inocularon huevos fértiles en el día 18 de incubación con ooquistes de E. acervulina, E. maxima, E. mitis, E. praecox o E. brunetti. Luego del desafío, los resultados demostraron que
es factible la inmunización de pollos de engorde contra varias especies de coccidias mediante inyección in ovo de ooquistes.

Sokale et al. (2016), administraron vía in ovo una vacuna comercial contra la coccidiosis que contenía ooquistes de Eimeria acervulina, E. maxima y E. tenella (Inovocox EM1).
Se utilizaron huevos embrionados de pollos de engorde Ross 708 en 18.5 días de incubación. Se observó que la incubabilidad de los huevos inoculados y el peso corporal de los pollitos en el día 21.5 de incubación no se vieron afectados significativamente. Sin embargo, el porcentaje de inoculaciones en el cuerpo del embrión y en el amnios fue de 15.3% y 84.8% respectivamente.

La eliminación de ooquistes comenzó 4 días después de la eclosión y continuó hasta el día 13, con una eliminación máxima observada en el día siete después del nacimiento. Aunque la inyección in ovo de la vacuna evidentemente indujo una infección inducida por la vacuna en el embrión, no tuvo ningún efecto perjudicial sobre la embriogénesis de los pollos de engorde o la calidad de los pollitos en incubación. Los resultados de este estudio sugieren que la inyección de la vacuna entre los días 18.0 y 18.8 de incubación puede proporcionar de forma segura y eficaz una estimulación temprana al sistema inmunitario de las aves, requisito para la protección contra posteriores desafíos coccidiales.

En el mismo año Sokale et al. (2017), investigaron los efectos de la misma vacuna en el rendimiento de los pollos de engorde Ross 708 durante 14 días después de la eclosión. Se empleó el mismo diseño experimental, con la diferencia que ahora se evaluó la mortalidad, el consumo de alimento, la ganancia de peso corporal y la conversión alimenticia. Ninguna de las variables de rendimiento difirió significativamente entre los grupos de tratamiento inyectados con diluyente e inyectados con vacuna. Sin embargo; el peso corporal en el día 14, el consumo de alimento entre los días 7 y 14, y la ganancia de peso corporal y el consumo de alimento entre los días 0 y 14 fueron significativamente mayores en los grupos de tratamiento con inyección de diluyente y de vacuna en comparación con el grupo de control sin inyección.

Por lo tanto, estos resultados posteriores confirman que la inyección de la vacuna entre los días 18.0 y 18.8 de incubación es segura. Siguiendo con las investigaciones, Sokale et al. (2018), determinaron además los efectos de la vacuna EM1 in ovo en diferentes variables de pollitos recién nacidos y en el rendimiento de los pollos de engorde Ross 708 a los 35 días posteriores a la eclosión.

La incubabilidad y el peso corporal absoluto al nacer no se vieron afectados por las dosis de 1x o 10x de la vacuna, pero la dosis 10x disminuyó el peso corporal al nacer comparado con el estándar y en ambas dosis disminuyó la ganancia de peso corporal a los 21 a 28 días y 0 a 35 días. Aunque se observaron algunos efectos negativos en el rendimiento después del día 14 en comparación con los de Sokale et al. (2017b), los resultados de Sokale et al. (2018), reafirmaron las conclusiones de Sokale et al. (2017a), y sugirió además que la dosis 1x de la vacuna puede usarse de manera más segura al tiempo que garantiza un ciclo de ooquistes adecuado.

En recientes investigaciones Sokale et al., (2021), realizaron un estudio donde se evaluó los efectos de dos edades de vacunación in ovo (18.5 y 19.0) para determinar si la diferencia en la edad del embrión puede influir en un efecto de la vacuna sobre los parámetros productivos del pollo de engorde; los resultados indicaron que no hubo diferencia significativa en el ciclo de la coccidiosis entre ambos grupos. Demostrando así, que el uso de una vacuna viva contra la coccidiosis aplicada in ovo se ha convertido en un método eficaz para controlar la coccidiosis, especialmente en la producción de pollos de engorde sin antibióticos.

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