Investigadores de la universidad canadiense de Saskatchewan afirman que restricciones de alimentación podrían reducir las posibilidades de insuficiencia cardiaca en pollos.
Un 30% de los pollos de engorde se encuentra en alto riesgo de insuficiencia cardiaca, lo que plantea un serio problema de salud y bienestar, de acuerdo con un equipo de científicos de la Universidad de Saskatchewan (USask).
El investigador principal, Andrew Olkowski, indicó que la salud del corazón en los pollos de engorde (pollos criados para la producción de carne) no depende completamente de la genética. “Los pollos de engorde, en realidad, reaccionan más a la nutrición y al medio ambiente”, declaró a Global News.
La evidencia radica en los resultados de alimentar a dos grupos de pollos de engorde con diferentes cantidades de alimentos, manifestó. “Un grupo puede estar sujeto a ciertas restricciones de alimentación, por lo que crecen más lentamente y el problema de la insuficiencia cardíaca se vuelve absolutamente insignificante”, comentó el especialista.
Ese no es el caso de las gallinas que comen tanto como quieren. “Se hace obvio que, en realidad, estas gallinas tienen un riesgo muy alto de insuficiencia cardiaca”, mencionó.
La solución simple es alimentarlos menos, dijo. Hacerlo, sin embargo, vendría con ganancias y pérdidas económicas. “Este tipo de sistema no sería económicamente atractivo porque, obviamente, agregarías mucho tiempo para terminarlos al tamaño del mercado”, señaló. Al mismo tiempo, se gastaría menos dinero en alimentos y menos gallinas morirían o serían rechazadas en la planta de procesamiento, añadió Olkowski.
Deja un comentario