La demanda de proteína animal, en particular la avícola, en el mercado peruano, ha impulsado las exportaciones de maíz y la producción de maíz de la región norteamericana, particularmente en EEUU. De acuerdo con un informe del Servicio Agrícola Exterior (FAS) del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), Latinoamérica (excepto Brasil y Argentina) representan en los últimos meses el 25% de las importaciones mundiales de maíz.
La demanda de maíz en la región ha crecido constantemente con los años apoyada en la expansión del sector pecuario, en particular la producción avícola. La demanda de proteína animal en los últimos meses, pese a la pandemia que enfrentamos, se ha sostenido en el Perú gracias a factores como la alta producción de huevos y mejores condiciones de promoción para los productos avícolas.
Perú, mercados clave en Suramérica
El Acuerdo de Promoción Comercial entre Estados Unidos y Perú estableció cuotas arancelarias. Las cuotas crecen 5% al año en el transcurso del período de 12 años de eliminación progresiva de aranceles, que termina en 2023. La cuota arancelaria de 2020 para el maíz amarillo es de 3,102,656 toneladas con el arancel de importación de sobrecuota del 6.3%; para el maíz blanco es de 201,673 toneladas con el arancel de importación de sobrecuota del 5%.
Las importaciones están impulsadas por la creciente demanda de alimento balanceado en la producción avícola. En años recientes, la demanda de alimentos para consumo humano ha crecido relativamente más rápido, un reflejo de la llegada de inmigrantes de Venezuela.
Las disposiciones relacionadas al maíz del Acuerdo de Promoción Comercial entre Estados Unidos y Perú fueron introducidas paulatinamente el 1 de enero de 2020 y ahora el maíz estadounidense entra a ese país sin aranceles ni cuotas. Perú evalúa la eliminación de aranceles a las importaciones de maíz de otros orígenes distintos a Estados Unidos, pero bajo su sistema de franja de precios están sujetos a un gravamen variable cuando las importaciones se cotizan por debajo del maíz nacional.
La investigación peruana de aranceles compensatorios del maíz estadounidense durante 2018 y 2019 coincidió en parte con un período de precios sólidos en Estados Unidos, que condujo a una reducción en la participación de mercado de Estados Unidos. Aunque la amenaza de la investigación de estos aranceles compensatorios terminó en enero de 2020 sin que diera lugar a un arancel excesivamente gravoso, un gravamen variable más bajo ha impulsado la competitividad del maíz de otros orígenes distintos al estadounidense.
Cabe señalar que en enero de 2020 el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI) dictaminó no imponer aranceles compensatorios. En 2020, el gravamen variable ha sido US$0 a US$21 por tonelada y desde agosto solo ha sido de US$4 por tonelada.
Perú depende de las importaciones porque su producción representa apenas un tercio del consumo anual. El maíz cultivado en el país se usa mayormente en la industria alimentaria, mientras que el de importación se usa para satisfacer la demanda de alimento balanceado del sector avícola en expansión de Perú.
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