Es cierto que las aves pueden afrontar mejores temperaturas bajas ya que no pueden sudar, sin embargo, en el caso de gallinas ponedoras, este factor puede interrumpir la correcta producción y crecimiento de huevos.
Escribe: Actualidad Avipecuaria
Durante la producción de gallinas ponedoras, sobre todo a gran escala, existen algunos factores que pueden provocar ciertos grados de tensión en estas aves. La intensa estimulación de factores como: la densidad de población, clima, inmunización, alojamiento, corte de pico y luz puede provocar fallas en el crecimiento, el desarrollo, la reproducción y la resistencia a enfermedades, e incluso causar directamente la muerte.
Es por esta situación que, en épocas de invierno, los aves son muy susceptibles a factores externos como el frío. Esta situación ocasiona la reducción de beneficios y aumento de costos. Asimismo, los principales factores por los cuales el estrés por frío afecta a las aves son:
Humedad y temperatura
El grado de estrés relacionado con el rango de temperatura en aves se da principalmente cuando esta cambia repentinamente a menos de 10 grados celsius Es ideal una temperatura entre 18 ℃ – 23 ℃, para la puesta de huevos en el galpón, siendo la temperatura óptima 21 ℃. Cuando la temperatura exterior desciende a 4 °C o menos, causaría estrés por frío en las gallinas ponedoras. La humedad también es un determinante de la temperatura del aire. Esta es más adecuada para gallinas ponedoras y es generalmente del 50% al 65%.
Viento
Uno de los factores que determina la temperatura corporal de una gallina es el viento. Entre mayor sea la velocidad de este, más rápido y más calor se pierde, por ende, mayor es la respuesta al estrés por frío.
Alimentación
La ingesta de alimento en aves aumenta ligeramente cuando la temperatura ambiente cae lentamente y permanece por encima de los 10 ℃. Sin embargo, este aumento no es tan grande cuando la temperatura cae por debajo de los 10 ℃. En este caso, la energía, las vitaminas y los minerales en el alimento son insuficientes. Además, esto provocará un fuerte estrés por frío y fácilmente ocasionará cambios patológicos como la ascitis.
Precauciones que se debe tomar
Asegurar el ambiente de cría más adecuado dentro del gallinero
La temperatura es un factor de suma importancia al momento de la producción de huevos, especialmente si se desea un crecimiento saludable. Durante épocas donde el clima está frío, es recomendable que la temperatura se mantenga entre los 4 y 25 grados celsius.
Además, la densidad de población reproductiva excesiva afecta también la temperatura y por ende, la ventilación del galpón. Es por ello que la densidad de población debe ser la adecuada. La población debe controlarse de 6 a 8 metros2. En cuanto a la excreta, es necesario limpiar regularmente el ambiente para así evitar efectos adversos de concentración excesiva de amoníaco en las gallinas ponedoras.

El correcto uso de oligoelementos
La implementación de vitaminas como la C, puede restaurar la condición corporal de las gallinas ponedoras en muy poco tiempo, además de mantener la homeostasis y reducir los efectos negativos de la respuesta al estrés y promover el crecimiento del cuerpo de estas aves, a diferencia de otras vitaminas sintetizadas.
Reestructuración en la dieta de gallinas ponedoras
Tan solo una correcta nutrición en las gallinas ponedoras asegurará que la producción no disminuya durante estas épocas. Es importante implementar una proporción de alimento alta en energías para que las gallinas tengan la capacidad de resistir al frío y evitar que el crecimiento y producción de huevos se vea afectada.
Las gallinas ponedoras tienen diferentes requerimientos de energía a diferentes temperaturas del galpón; la cantidad de alimento también se puede aumentar adecuadamente. Por tanto, la cría de gallinas en invierno debe centrarse en el cambio climático. En general, se agregarán 10-20 gramos de alimento a cada ave de 1 a 2 días antes de la corriente fría. Durante 3-5 días, el animal puede aumentar la cantidad de calor en 112.86-142.12 kilojulios para hacer frente a la falta de energía térmica cuando baja la temperatura.
Finalmente, debemos de tener cuidado también con la excesiva alimentación de las gallinas. La bilis secretada por el hígado de estas aves no puede digerir y absorber completamente estos contenidos de grasas adicionales por lo que causa con facilidad una carga hepática. Es por ello, que se debe agregar la cantidad adecuada de ácidos biliares a la alimentación diaria de las aves. Estos ácidos ayudarán a proteger el hígado de la gallina además de mejorar la utilización del alimento, la digestión y absorción de lípidos.
Bibliografía
https://www.fincacasarejo.com/cuidados-y-manejo/frio-errorres
https://agrinews.es/2014/06/10/causas-mas-comunes-de-estres-en-avicultura/
https://axoncomunicacion.net/como-prevenir-el-estres-por-frio-en-gallinas-ponedoras/
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