Productividad en reproductoras pesadas: La fertilidad de los machos

Ing. Juan José Garay
Consultor independiente en la gestión de reproductoras pesada y plantas de incubación

Introducción

En la industria de la carne de pollo, la productividad de un lote de reproductoras se mide por el número de pollitos de primera, sanos y al menor costo posible producidos por gallina alojada. Además de la importancia de la producción de huevos y su aprovechamiento en un lote de reproductoras, la fertilidad y la mortalidad embrionaria (granja-planta de incubación) son también indicadores de gran importancia, que determinan el costo de producción de un pollito, que viene a ser aproximadamente el 12-14% del costo de un kilo de carne de pollo en la granja de engorde.

Cuando nos referimos a la fertilidad de un lote de reproductoras, debemos considerar tanto el aporte de las hembras como de los machos. En esta oportunidad nos vamos a centrar en la fertilidad de los machos, y revisaremos aspectos relacionados a esta variable, a fin de exponer oportunidades de mejora.

Desarrollo testicular:

Es importante tener presente las diferentes fases del desarrollo testicular de los gallos (ver Cuadro N° 01). Para un adecuado manejo del macho en la etapa de crianza y producción, debemos tener presente los eventos que suceden en el desarrollo testicular.

La importancia de la multiplicación de las células de Sertoli radica en que determinan el potencial de fertilidad de los machos.

Un programa de luz de 08 horas durante la etapa de levante desde las 05 semanas de edad determina un crecimiento físico mínimo de los testículos. A partir del primer estímulo de luz, el crecimiento físico de los testículos es significativo.La máxima producción de semen a las 28 – 30 semanas de edad está directamente relacionado con el máximo peso que pueden alcanzar los testículos a esta edad. Posteriormente, se va a producir una reducción en el peso de los testículos y la producción de semen, lo que se traduce en un declive gradual de la curva de fertilidad.

Cuadro N° 1: Desarrollo de los testículos. (Powley, 2008).

Avance genético:

El gran avance genético logrado en el pollo de engorde en cuanto a su velocidad de crecimiento hace más difícil manejar las hembras y machos reproductores. En el caso de los machos, la condición corporal a partir de las 06 semanas de edad se torna importante controlar, con el objetivo de evitar aves con una condición de pechuga excesiva. Después de las 12 semanas de edad es contraproducente querer controlar una conformación excesiva. Por ello el control adecuado de la curva de crecimiento y su condición corporal es de suma importancia durante toda la vida del macho.

Espacio de alimentación:

El espacio de alimentación para los machos determina la cantidad de alimento que pueden consumir en realidad, al margen de la cantidad de alimento que se les programe (gramos/ave/día). Cuando este espacio es insuficiente o excesivo, vamos a provocar una baja uniformidad de peso. Esto se refleja en grupos de animales con diferencias de peso respecto al estándar muy bajas o altas. Entonces vamos a descartar animales que han perdido condición. Esto puede suceder en las etapas de levante o crianza y en producción.

Efectividad de la monta:

La efectividad de la monta, es decir que se logre una adecuada transferencia del semen hacia la hembra durante la cópula, es afectada principalmente por un exceso de conformación. Sin bien, con el avance de la edad la reducción de la líbido disminuye la frecuencia de monta, un exceso de conformación no permite lograr montas efectivas, aún cuando la frecuencia de montas en machos pesados puede ser mayor que aquellos livianos (Duncan, I.J.H., Hocking, P.M. y Seawright, E., 1990).

Las casas de genética recomiendan un formato de pechuga para los machos durante toda su vida. Seguir estas recomendaciones permiten lograr machos “atléticos”, con una alta probabilidad de lograr montas efectivas.

Consideraciones importantes para lograr niveles adecuados de fertilidad Curva de crecimiento y conformación de pechuga:

Es muy importante tener presente las recomendaciones de las casas de genética respecto a las curvas de peso para los machos.

La recomendación de lograr los pesos durante las primeras 04 semanas de edad siempre prevalece. Diferencias de peso negativas no son recomendadas. Debemos tener presente que aquellos machos con pesos negativos respecto a los estándares no serán machos con un buen comportamiento reproductivo.

Una recomendación básica es descartar los machos mas livianos a las 04 y 08 semanas de edad, pues de alguna manera estos animales no han tenido una adecuada multiplicación de las células de Sertoli, que les da el potencial de fertilidad.

Con el cambio de alimento de inicio a crecimiento, se observa claramente en las aves una reducción rápida de la tasa de ganancia de peso, que se traduce en la reducción de la conformación de la pechuga. El control de la conformación de pechuga es recomendado, sin embargo, se debe tener mucho cuidado para no llegar a niveles de conformación subóptimas, que luego son difíciles de recuperar y nos lleva a un mayor porcentaje de descarte de machos.

El 75% del desarrollo testicular se produce después de la foto estimulación hasta las 24 semanas de edad. Una ganancia insuficiente o pérdida de peso en este periodo afectaría este desarrollo testicular.

Las casas de genética recomiendan un formato de pechuga para los machos durante toda su vida. Seguir estas recomendaciones permiten lograr machos “atléticos”, con una alta probabilidad de lograr montas efectivas.

A partir de las 40 semanas de edad hasta el final del ciclo de producción, la frecuencia de monta se reduce, y tener machos en este periodo con conformación de pechugas excesivas afectaría la efectividad de las cópulas.

Cuadro N° 2: Puntaje Óptimo de Conformación de Pechuga para Machos. (Cobb Vantress, Inc., 2022).

Clasificaciones en la etapa de producción:

En la etapa de levante o crianza tenemos la oportunidad de hacer clasificaciones por peso, de acuerdo con una frecuencia que nos recomiendan las casas de genética. Ello acompañado de una adecuada programación de alimento, nos permite controlar la curva de peso y reducir el descarte de aves de pesos subóptimos.

Para el caso de instalaciones en donde se trabaja con corrales en los galpones de producción, también es posible continuar con un programa de clasificación de los machos si bien por peso o por conformación. Ello tiene como ventajas mantener una adecuada uniformidad de peso evitando la pérdida de machos con una conformación muy delgada hasta antes de las 40 semanas de edad, o tener machos con excesiva conformación posterior a esta edad, con dificultad para tener montas efectivas.

Con estas clasificaciones, simultáneamente se realiza un intraspiking (intercambio de machos). Es importante cuantificar en cada clasificación el porcentaje de machos intercambiados, siendo deseable un 30% para un resultado efectivo en el incremento de la frecuencia de monta.

Para facilitar la clasificación en producción, se recomienda implementar restaurantes, que se logran hacer colocando una malla para encerrar los machos en la línea de comederos que les corresponde. Se recomienda la colocación de bebederos dentro de los restaurantes.

Una adecuada alimentación de los machos es considerada crítica para reducir el retiro de aves por descarte, que son aquellos que pierden peso y condición corporal.

Foto N° 1: Restaurante para machos en galpones de
producción.

Sobrevivencia de los machos en la etapa de producción:

El porcentaje de machos activos con respecto a las hembras después de las 40 semanas de edad es crítico para lograr niveles adecuados de fertilidad. Debido a que la frecuencia de monta se va reduciendo, la sobrevivencia o viabilidad de los machos durante la etapa de producción es muy importante controlar.

Una adecuada alimentación de los machos es considerada crítica para reducir el retiro de aves por descarte, que son aquellos que pierden peso y condición corporal.

El espacio de alimentación debe ser el correcto, según lo que recomiendan las casas de genética. Y también de acuerdo con nuestra propia observación de las aves durante la alimentación, podemos hacer los ajustes que sean necesarios.

En el caso de trasladar las aves desde la zona de crianza o levante a los galpones de producción, los machos deben ser trasladados primero, y generalmente así se realiza, como cumplimiento del programa de luz. Ello favorece que en los galpones de producción los machos hagan un reconocimiento de la ubicación de sus comederos y adaptarse a su nuevo medio ambiente. Nos permite hacer los ajustes en el espacio de alimentación, así como de la adecuada altura para facilitar el acceso al alimento.

Un punto importante cuando las hembras son trasladas, es evitar que ellas roben el alimento de los machos. Ello puede suceder cuando la secuencia o sincronización y tiempos de alimentación de las hembras y los machos no son correctas. Está claro que siempre se deben alimentar primero a las hembras, y luego a los machos. Cuando no se usan restaurantes, se observa que las hembras pueden robar alimento a los machos. Y por ello se practica aumentar la altura de los comederos de los machos. Pero ello perjudica a algunos de ellos que no logran alcanzar al alimento con el nuevo ajuste de altura. Por lo mencionado, es recomendable el uso de restaurantes para los machos, así la altura de los comederos no es crítica, pues se puede regular para que todos puedan acceder al alimento.

Para los machos es recomendable el reparto y alimentación manuales. Así se garantiza que la cantidad de alimento distribuida en los comederos sea uniforme en la medida de lo posible y que todos los machos reciban la cantidad de alimento programada.

Se recomienda utilizar comederos de canal para los machos. La distribución en el comedero es pareja y el mismo comedero es bastante estable, a diferencia de los comederos tipo plato. El espacio recomendado es de 20 cm, aunque ello siempre debe revisarse cuando se observa la alimentación.

Foto N° 2: Comedero de canal para machos.

Seguimiento y control de la conformación de la pechuga:

La condición corporal del macho es muy importante. Su seguimiento nos permite controlarla con el objetivo de tener a la mayoría de los machos en la condición recomendada (2,5 – 3,0). Se debe monitorear la condición de la pechuga periódicamente. De acuerdo con los resultados obtenidos, debemos decidir hacer una clasificación por peso o conformación. Como se mencionó líneas arriba, las clasificaciones por peso o conformación programadas en la etapa de producción son de gran utilidad para controlar la uniformidad del peso y la conformación de pechuga. Para realizar las clasificaciones, los restaurantes para machos son muy útiles.

De las 02 opciones para clasificar los machos, aquella por conformación es más práctica y de alguna manera, indirectamente se hace una clasificación por peso.

Foto N° 3: Condición de pechuga deseada. (Cobb-Vantres, 2020).

El personal que realiza el monitoreo y clasificación por pechuga debe estar bien entrenado y tener el mismo criterio de las formas de pechuga. Cuando se realizan el pesaje semanal o las clasificaciones, podemos aprovechar para revisar la condición de las cloacas.

Los machos de buena condición se caracterizan por presentar una cloaca rojiza y húmeda, con alguna pérdida de plumas alrededor (machos activos).

Los machos con una condición pobre presentan una cloaca pálida y seca, sin pérdida de plumas alrededor (machos inactivos). También se observa este tipo de cloacas en machos con excesiva condición que ya no se aparean (Aviagen, 2019).

Foto N° 4: Cloaca de un macho activo (izquierda) y de
un macho inactivo (derecha).
Foto N° 5: Aspecto de un macho en buena condición
(izquierda) y un macho de condición pobre (derecha).

Los puntos tratados en esta oportunidad les pueden ser de utilidad para obtener niveles óptimos de fertilidad en los machos y mejorar la rentabilidad.

Los mejores niveles de fertilidad resultan de un adecuado manejo de los machos en la etapa de crianza o levante y durante la etapa de producción. Debemos tener presente que una adecuada nutrición y alimentación, así como una adecuada bioseguridad que garantice la salud de las aves son requeridas para lograr el éxito esperado.

Bibliografía

Aviagen. (2019). Parentstock Management Handbook 2018.

Cobb Vantress, Inc. (2022, Enero). Post-Mortem of Broiler Breeders.

Cobb-Vantres, I. (2020). Cobb Breeder Management Guide.

Duncan, I.J.H., Hocking, P.M. y Seawright, E. (1990). Sexual behaviour and fertility in broiler breeder domestic fowl. Applied Animal Behaviour Science(26), 201-213.

Powley, J. (2008, Junio). Desarrollo de los testículos y fertilidad. Ross Tech Notes.

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