1 Elías Salvador, T., PhD.; 2 Sandra J. Bonifacio H.
1 Profesor investigador RENACYT-UNICA
Jefe del Laboratorio de Investigación en Nutrición R & D – Facultad de Medicina
Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional “San Luis Gonzaga” – Ica –Consultor en nutrición avícola.
elias.salvador@unica.edu.pe
2 Estudiante VIII Ciclo – integrante del Semillero de investigación Club IDI en Ciencia Avícola & Nutrición – FMVZ-UNICA
Se sabe que la respuesta productiva de la gallina y la calidad de huevo obedece a diferentes factores. Para que dicha respuesta sea favorable en términos técnicos y económicos, es necesario garantizar el BIENESTAR de la gallina de postura (en su amplio sentido del concepto). En base a resultados de estudios de los últimos años, una gallina moderna se adapta fisiológica y metabólicamente a una respuesta influida por los factores.
Como nutricionista, considerar solo la nutrición de manera aislada es el peor error de una empresa que busca eficiencia y competitividad. La base de esto (productividad), depende de la aplicación de un plan integral (holístico) no como suma de los factores, sino como gestión de la interacción de ellos, para modular la respuesta y productividad objetivo. Si no se conocen y se manejan los factores adecuadamente, así como no asegurar los estándares de BIENESTAR de la gallina de postura, la nutrición poco puede hacer y las eficiencias serán afectadas, consecuentemente menos margen, menos rentabilidad. Recordemos que estamos manejando organismos vivos y no inanimados.
El potencial genético de la gallina de postura moderna es alto, sin embargo, es frecuente observar que a nivel comercial la respuesta productiva es reducida en 5, 10, 30% o más de su potencial. Si bien hay diferentes factores, en este artículo se presentan, los resultados de un estudio que sirva como análisis de los factores, especialmente el efecto del ambiente y que se complementa con otros estudios donde la respuesta es diferente cuando se establecen niveles de energía que cuando se trabaja con densidad energética.
Un descuido en el bienestar de la gallina de postura afecta las eficiencias, productividad y rentabilidad. Bajo mi experiencia, es común encontrar gallinas de postura mal alimentadas, con baja calidad de la dieta y alimentación reducida lo que afecta estos indicadores. Si bien el costo de la dieta es un factor que debemos considerar siempre, pero no por hacer múltiples cálculos teóricos, se reduzca a lo más mínimo afectando el bienestar de la gallina (fisiológica y metabólicamente), lo que compromete negativamente el pico de postura, longevidad de postura, persistencia, calidad de huevo, entre otros.
El alimento representa del 65 al 75 % del costo total de producción de huevos y la energía representa al menos el 60 % del costo total del alimento. Por lo tanto, las estimaciones precisas de la cantidad real disponible de energía del alimento son necesarias para cumplir con los requerimientos de nutrientes y los objetivos de rendimiento con una eficiencia óptima (Barzegar et al., 2019). La gallina de postura requiere día a día energía y nutrientes en cantidad suficiente para su mantenimiento y producción de huevos.
Existen estrategias nutricionales que se pueden implementar para mejorar la eficiencia alimenticia. Aunque mejorar la eficiencia alimenticia es un buen objetivo, debido a su estrecha relación con los costos de alimentación, las acciones que se toman para mejorar la eficiencia alimenticia pueden generar pérdidas financieras en lugar de ganancias sin darse cuenta. Por tanto, mejorar la eficiencia alimenticia no es sinónimo de rentabilidad (Azarpajouh, 2022).
En la gestión energética, si bien sabemos que hay una relación entre la energía de la dieta y la respuesta productiva, es “obligado entender” que hay diferentes factores (Figura 1) que pueden alterar esta respuesta, cuando los resultados son diferentes a lo esperado es que olvidamos manejar uno o más factores en la ecuación.
En época de altos costos de precios de los ingredientes, se están aplicando diferentes estrategias para mantener o reducir el costo de la dieta. En esta línea, hay que mantener las características principales de una dieta balanceada y una buena gestión de los factores del entorno en el proceso productivo. Por ejemplo, si reducimos la proteína cruda de la dieta, aumenta la proporción de almidón de la dieta y como consecuencia se altera la distribución calórica de la dieta afectando las eficiencias.

La literatura científica reporta un aumento de la producción de huevos de 86.44 a 88.27% cuando se disminuyó el contenido de energía de la dieta de 2751 a 2641 Kcal de EM/Kg de alimento (Çiftci et al., 2003). Sin embargo, Mathlouthi et al. (2002) encontraron una mayor producción de huevos con un contenido de energía de 2753 kcal de EM/kg de alimento en comparación con 2,653 kcal de EM/kg de alimento.
La eficiencia en la utilización energética en relación con la respuesta productiva es variable, por ejemplo, en dietas sin aceite o bajo nivel de aceite de inclusión, calidad de ingredientes, distribución calórica de la dieta, relación almidón/ proteína, etc. El tipo y calidad de fuentes de aceite, o su inclusión o no en las dietas. Considerando los resultados de otros estudios (aun no publicados), la respuesta productiva y económica es diferente comparando dietas isoenergéticas (2650 Kcal de EM/Kg) con o sin inclusión de aceite.
Hay diferentes factores que alteran la respuesta. La gestión de la EM en las dietas debe ir acompañada del manejo de factores como composición de ingredientes, procedencia, tipo y calidad de ingredientes, especialmente de las fuentes energéticas. Otro factor importante es la base de datos del contenido energético y nutricional de los ingredientes utilizados (tablas académicas, científicas, NIR, Modelos de predicción, etc.), tecnología de crianza, línea genética y edad de la gallina de postura, las condiciones climáticas y ambientales del galpón de crianza (época o mes del año, temperatura interna, velocidad del aire, radiación, humedad relativa), entre otros.
Decidir el nivel de EM de la dieta, aporte de EM/gallina/día y el consumo de alimento óptimo es de gran importancia económica en la industria avícola. No es lo mismo formular una dieta con EM para una característica productiva que para maximizar el margen económico sobre costo de alimentación para masa de huevo. Es un tema complejo y depende de diversos factores, por lo que siempre debe estar en discusión y reevaluación para tomar la mejor decisión a nivel de la avicultura de producción de huevos a nivel comercial, más aún bajo condiciones de aumento del precio del maíz y soya que son las principales fuentes de energía y aminoácidos.
Bajo las condiciones actuales, con el incremento de los precios del maíz y aceite como las principales fuentes de energía surge la necesidad de reevaluar estos conceptos. En ciertos casos con el propósito de reducir el costo de la dieta, se reduce grandemente o excluye los aceites en las dietas, según mi opinión es una decisión técnicamente errónea. Generalmente al aumentar el contenido de EM de la dieta, se agrega más grasa y la grasa suplementaria podría mejorar la utilización de otros componentes de la dieta (Mateos and Sell, 1980).
Las aves alimentadas con dietas más bajas en energía tienden a tener proporciones de conversión alimenticia (CA) más bajas, ya que se necesita más alimento para proporcionar la energía necesaria para el crecimiento, mantenimiento y / o producción de huevos (O’Neill et al., 2012).
Peguri y Coon (1991), informaron una disminución del 5% en el consumo de alimento y producción de huevos similar cuando la AMEn de la dieta se incrementó de 2,700 a 2,910 kcal / kg (un aumento del 8%). En base a estos resultados se podría analizar si esa reducción del consumo justifica la respuesta económica y calcular o hacer una estimación si aumentar el nivel de EM podría convenir en la rentabilidad. Porque, si con el mismo nivel de EM se mantiene la respuesta productiva entonces sería conveniente encontrar el nivel óptimo compatible con la máxima rentabilidad bajo las condiciones de campo. Sin embargo, otros estudios han encontrado mejoras significativas cuando se aumentó el nivel de EM de la dieta.
El consumo de alimento fue marcadamente mayor para el grupo de gallinas que consumieron la dieta con 2650 Kcal/Kg de EM, que consumieron 15.58g (12.98%) más de alimento que las gallinas que consumieron la dieta con 2850 Kcal/Kg de EM.
Las dietas energéticas altamente concentradas, sin embargo, son costosas y podrían reducir la eficiencia alimenticia para la producción de huevos, porque parte de la energía ingerida se dirige a la deposición de grasa y la ganancia de peso corporal (Perez-Bonilla et al., 2012).
Muchos estudios han evaluado su efecto sobre la respuesta productiva, pero a la vez no mencionan su efecto sobre el margen económico. En esta línea, el objetivo del presente estudio fue determinar el efecto de tres niveles de EM sobre la respuesta productiva, calidad de huevo y margen sobre costo de alimentación para masa de huevo de gallinas de postura bajo época de frio.
El estudio se realizó en la unidad experimental de nutrición en gallinas de postura del Laboratorio de Nutrición R & D de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional “San Luis Gonzaga”. El periodo de ejecución fue de junio a agosto del 2021. La temperatura promedio del galpón fue de 17°C. Se utilizaron 192 gallinas de postura de la línea genética DEKALB BROWN, de 80 semanas de edad, criadas en el sistema de jaulas. Se establecieron tres niveles de EM como tratamientos: 2650, 2750 y 2850 Kcal/Kg. Se utilizó un diseño completo al azar con 3 tratamientos y 4 repeticiones. Se realizaron análisis estadístico de varianza, Kruskal-Wallis y Tukey, con el procedimiento GLM de SAS v 9.4 (2021). Se estableció un nivel de significancia de 0.05.
Los resultados de este estudio de niveles de EM en la dieta (Tabla 1) indican que la producción de huevo, índice de conversión alimenticia, consumo de EM, índice de eficiencia energética (conversión calórica), masa de huevo, peso vivo final, porcentaje de yema y porcentaje de albumen de huevo no fueron afectados significativamente (P>0.05), mientras que se encontró diferencias estadísticas (P<0.05) en el consumo de alimento. El consumo de alimento aumentó significativamente (P><0.05) conforme se redujo el nivel de EM en la dieta. El margen sobre el costo de alimentación por masa de huevo fue más alto con el nivel de 2650 Kcal de EM/Kg con una retribución económica +6.99%.>>0.05) en el consumo de alimento. El consumo de alimento aumentó significativamente (P<0.05) conforme se redujo el nivel de EM en la dieta. El margen sobre el costo de alimentación por masa de huevo fue más alto con el nivel de 2650 Kcal de EM/Kg con una retribución económica +6.99%.><0.05) conforme se redujo el nivel de EM en la dieta. El margen sobre el costo de alimentación por masa de huevo fue más alto con el nivel de 2650 Kcal de EM/Kg con una retribución económica +6.99%.
Bajo las condiciones del estudio, la información de estos resultados servirá para un análisis de factores, como se indicó anteriormente y considerar que en términos de gestión energética en gallinas de postura está muy ligado a los factores que contribuyen al bienestar de la gallina de postura, por lo tanto si bien hay un mecanismo bioquímico y fisiológico que es la base de la respuesta, pero esto es relativo, en función de las condiciones o realidad de cada granja avícola, muchas veces, allí está la explicación de las diferentes respuestas a nivel comercial cuando no se analiza técnica ni científicamente un resultado de estudio, a mi entender y opinión es la base de una buena gestión energética en la alimentación de gallinas de postura comercial. El arte de la nutrición de gallinas de postura se basa en este entendimiento para su adaptación comercial.
La dieta con 2650 Kcal/Kg de EM logró numéricamente 4.16% más de producción de huevos que el grupo con 2850 Kcal/ Kg de EM, sin embargo, esta diferencia no fue significativa (P=0.4638), es un error frecuente tomar estas diferencias numéricas para aplicar una estrategia, lo que no es correcto, además por su amplia dispersión encontrada. Este resultado concuerda con otros estudios donde no se observaron diferencias en la producción por el cambio de la EM en la dieta. Un aumento en el contenido de EM de la dieta de 2,680 a 2,810 Kcal/ Kg (un aumento de 4.8%) disminuyó el consumo de alimento en 5.0% pero la producción de huevos y la masa de huevos no se vieron afectadas (Grobas et al., 1999). Otros estudios como el de Joly y Bougon (1997), informaron un aumento del 1,3% en la producción de huevos, un aumento del 4,5% en la masa del huevo y un aumento del 5,7% en la ingesta energética a medida que el contenido energético de la dieta aumentó de 2200 a 2700 kcal de AMEn / kg en gallinas ponedoras pardas de 19 a 68 semanas de edad.

retribución económica de gallinas de postura de 80 semanas de edad (Salvador & Bonifacio, 2021).
El consumo de alimento fue marcadamente mayor para el grupo de gallinas que consumieron la dieta con 2650 Kcal/Kg de EM, que consumieron 15.58g (12.98%) más de alimento que las gallinas que consumieron la dieta con 2850 Kcal/Kg de EM. Esta diferencia del consumo de alimento se podría explicar parcialmente por el requerimiento energético y ambiente (temperatura promedio de 17°C e incluso menor en ciertos días), donde las gallinas aumentaron su consumo de alimento para satisfacer su requerimiento de EM diaria para mantener su nivel de producción y contribuir a mantener su temperatura interna corporal en época de frio. Estos consumos de EM fueron altos y similares para los tres tratamientos (342 a 359 Kcal/día).
Según Hill et al. (1956), las gallinas ajustan el consumo de alimento para satisfacer sus necesidades energéticas y, en consecuencia, un aumento en la concentración energética de la dieta debería reducir el consumo de alimento proporcionalmente. Sin embargo, los cambios en la concentración de energía de la dieta han dado como resultado resultados contrastantes con respecto a la ingesta de energía, el rendimiento productivo y la tasa de conversión alimenticia (FCR) de las gallinas (Harms, 2000).
La conversión alimenticia (g de alimento /g de masa de huevo) fueron similares para los tres tratamientos que oscilaron entre 2.16 y 2.30, y aunque hubo una diferencia de 140 g de alimento no fueron estadísticamente diferente dado su alta variación, pero que en términos generales fueron índices muy pobres que se explicaría parcialmente por la necesidad de un mayor consumo de alimento bajo condiciones de frio.
Los indicadores de eficiencia energética aparente medida como conversión calórica cuyos valores estuvieron entre 6.10 y 6.24 Mcal de EM/Kg de masa de masa de huevo tampoco fueron diferentes estadísticamente, pero fueron valores de pobre eficiencia ya que algo de energía se direcciona para mantener la temperatura interna corporal.
Para el caso de la masa de huevo, no hubo diferencias por el nivel de EM en la dieta. Al respecto Scappaticcio et al. (2021), consideran que las discrepancias encontradas en la respuesta de la producción de masa de huevo debido a la concentración de energía de la dieta podrían depender de factores como la composición de los ingredientes y el contenido de nutrientes de la dieta control (contenido de energía y nivel de grasas suplementarias), manejo y condiciones ambientales (humedad y temperatura), línea y edad de las gallinas (peso corporal, tasa de huevos y peso de huevo).
El peso vivo final, si bien fueron similares, oscilando entre 2013 a 2065 g/ gallina, sin embargo, el tratamiento con 2650 Kcal de EM/Kg logró la más alta ganancia de peso diario. Este resultado es de interés económico ya que bajo nuestras condiciones de crianza al final del ciclo de producción de las gallinas, estas son comercializadas y al obtener una mayor ganancia de peso permite un mayor retorno económico por la venta.
Un estudio de Murugesan and Persia (2013), encontraron que la reducción en la ingesta de energía entre las aves alimentadas con una dieta con 2880 y 2790 Kcal de EM/Kg (90 Kcal / Kg) no cambió la energía dividida hacia la producción o el mantenimiento, pero redujo (P=0.03) la energía almacenada (almohadilla de grasa) de las gallinas alimentadas con el nivel bajo de EM. Estos resultados sugieren que la energía se usa siguiendo el patrón de producción y mantenimiento antes de los requerimientos de almacenamiento y que la almohadilla de grasa (almacenamiento de energía) puede ser el indicador más sensible del estado energético de la dieta a corto plazo en gallinas ponedoras Hy-Line W36.

Respecto a la calidad de huevo, las características evaluadas fueron similares, lo que indica que las gallinas que consumieron la dieta con bajo nivel de EM aumentaron su consumo de alimento para obtener la EM similar a los otros tratamientos para mantener la producción y calidad de huevo y en este caso lograr una mayor ganancia de peso. Finalmente, los resultados indican un mayor margen económico sobre costo de alimentación para masa de huevo y mejor retribución económica con el nivel más bajo de 2650 Kcal de EM/ Kg. Esta variable es de importancia y se debe analizar en detalle este resultado para la toma de decisiones y la posibilidad de considerarla como una alternativa u estrategia en la industria comercial que tengan similitud con las condiciones en que se desarrolló este estudio como línea genética, edad de las aves, temperatura ambiente y tomar en cuenta las características de la dieta balanceada utilizada. Aunque continuaran los estudios de esta línea para más información y consolidar los hallazgos, así como ir adaptando en la práctica comercial para su validación.

Conclusiones e implicancias
El nivel con 2650 Kcal/Kg de EM en la dieta aumentó el consumo de alimento y consecuentemente una mejor ganancia de peso previa a la venta. Este nivel maximizó el margen económico sobre el costo de alimentación y retribución económica, sin afectar negativamente la respuesta productiva y calidad de huevo. El análisis técnico de este resultado servirá para tomar decisión apropiada a nivel de granja comercial en época de alza de costo de ingredientes en gallinas de postura de la línea DEKALB Brown de 80 semanas de edad bajo condiciones ambientales específicas (17°C). La respuesta productiva y económica de la gallina de postura es como consecuencia del resultado de interacción de factores dentro del cual, la energía de la dieta debe ser gestionada adecuadamente especialmente en época de alto precio de ingredientes y bajo condiciones ambientales y edades diferentes.
Bibliografía: a solicitud del interesado.
Deja un comentario