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Vacunas vivas atenuadas por precocidad en la prevención de coccidiosis en pollos y su efecto sobre la pigmentación

Vacunas vivas atenuadas por precocidad en la prevención de coccidiosis en pollos y su efecto sobre la pigmentación

Autor: Alberto Ayllón Navarro
Representante Técnico y Comercial
HIPRA PERÚ

La Coccidiosis es una enfermedad entérica potencialmente grave, originada por parásitos intracelulares del género Eimeria. Esta enfermedad se produce mediante la ingestión de ooquistes esporulados que dan lugar a un proceso de carácter clínico o subclínico, provocando diarreas y deficiencia en la producción; por ello, es sin duda una de las patologías que mayores pérdidas económicas genera en la industria avícola mundial, principalmente asociadas a la mortalidad, eficiencia productiva, pigmentación y costos para el control y prevención.

En el pollo se han mencionado hasta 15 especies diferentes de Eimerias. Se utilizan características intrínsecas a la fisiología y la patología del parásito para su clasificación taxonómica: Tiempo de esporulación, localización del parásito en la mucosa intestinal, localización y descripción de las lesiones, número de esquizogonias, tamaño de los esquizontes, número y tamaño de los merozoítos, inmunización cruzada con otras especies, diferencias en cuanto a composición enzimática y densidad de flotación del ADN. (Long y Reid, 1982).

La coccidiosis es autolimitante, es decir; los animales que no mueren se recuperan de la infección, pero no compensan la pérdida de peso ni el grado de pigmentación. Esta última consecuencia es de suma importancia en la industria avícola (producción de la línea cárnica), ya que, en algunos países (destacando México), pero también otros como China, Filipinas, Perú y ciertas regiones de España, la coloración de la piel del pollo de engorde representa un factor importante en la elección del ave que se adquiere, ya que el consumidor relaciona directamente las tonalidades amarillas y/o doradas con la buena calidad, frescura y salud del pollo. La venta de aves beneficiadas con buena pigmentación en la piel y patas refleja una mayor aceptación por el mercado consumidor, siendo una característica primordial para un producto de buena calidad.

El control de la Coccidiosis, en la actualidad se basa principalmente en el tratamiento preventivo con fármacos anticoccidiales aplicados juntamente con la formulación del alimento; sin embargo, el aumento de la resistencia a estos fármacos por su falta de rotación y la demanda pública de carne sin residuos de antibióticos ha estimulado el desarrollo y uso de vacunas vivas atenuadas o no atenuadas. Las diferencias entre los sistemas de producción hacen necesario adaptar las formulaciones de vacunas dependiendo del animal objetivo. En Perú, están disponibles comercialmente dos vacunas destinadas para la vacunación en pollos: Una vacuna viva atenuada por precocidad y otra vacuna vida no atenuada, cada una con una característica diferencial en su formación y especificación.

En cuanto a las vacunas vivas no atenuadas, existen algunas contrariedades en su uso, debido a que los parásitos son totalmente virulentos y conllevan riesgos asociados a enfermedades inducidas por vacunas y afecciones colaterales como la baja pigmentación de las aves, lo que ha limitado su aceptación sobre todo en Europa, donde actualmente no están autorizadas.

Las vacunas constituidas por parásito vivo atenuado presentan un excelente efecto de inmunización frente a Eimeria. La inmunidad desencadenada por la vacuna es específica para las cepas vacunales. Eso quiere decir que las vacunas no inmunizan frente a las especies de Eimeria que no están incluidas en la fórmula vacunal. Las vacunas atenuadas no generan lesiones intestinales que puedan afectar los parámetros productivos y la pigmentación, descritos anteriormente como muy importantes para la industria avícola de algunos países.

La coccidiosis aviar es, como se ha descrito, uno de los factores más importantes que pueden afectar a la pigmentación, habiéndose constatado reducciones en los niveles de luteína en suero de hasta un 90% como consecuencia de la enfermedad (Luis Pantoja, 2020). Y, más concretamente, las especies implicadas son Eimeria acervulina, E. praecox, E. mitis y E. maxima, ya que causan descamación y acortamiento de las vellosidades de la mucosa intestinal y parasitan los sitios de mayor absorción de pigmento en el intestino de las aves.

Además, Eimeria maxima es el principal factor predisponente a otra importante enfermedad que puede afectar a la integridad intestinal y a la absorción de pigmento, la enteritis necrótica producida por la bacteria Clostridium perfringens (Williams, 2005).

Es importante la identificación de las especies de Eimerias que se tienen en una granja o crianza, ya que como se describe anteriormente con relación a las vacunas vivas atenuadas, la actividad protectora resulta siendo sumamente específica y el accionar positivo del modelo de control depende mucho de ello.

A continuación, se presenta una Gráfica donde se muestra la mejoría en el nivel de pigmentación que supuso el uso de una vacuna atenuada por precocidad frente a la coccidiosis en pollos, en comparación con el histórico de aves tratadas con coccidiostatos en campañas previas.

Vacuna viva atenuada por precocidad “EVANT”

Si se utilizan vacunas que incluyan estas cepas atenuadas por precocidad, caracterizadas por su bajo nivel de replicación (sin apenas lesiones micro y macroscópicas), se puede evitar el efecto perjudicial sobre la integridad y la salud intestinal, y por tanto sobre la absorción de pigmento, que comúnmente se asocia al uso de vacunas a base de cepas no atenuadas.

Evant es una vacuna viva atenuada por precocidad destinada a proteger a los pollos de carne frente a la Coccidiosis causada por los parásitos Eimeria acervulina, Eimeria maxima, Eimeria mitis, Eimeria praecox y Eimeria tenella. No presenta ningún riesgo descrito anteriormente por lo que tanto la integridad intestinal como la pigmentación no se ven alterados o afectados.

En conclusión, la vacunación no genera resistencia, es un programa sostenible que evita la coccidiosis subclínica tardía y provee protección parvada tras parvada. Por lo tanto, es importante monitorear las condiciones del galpón para asegurar una adecuada esporulación de ooquistes y que el reciclaje siga ocurriendo.

Hoy en día, se tiene cada vez más evidencia que la vacunación contra la coccidiosis es un método de control efectivo y sostenible que puede resultar en un desempeño superior de la parvada. Es también de manifestar que al utilizar vacunas vivas atenuadas no se tiene efectos negativos referentes a los parámetros productivos y específicamente en lo que respecta la calidad del ave en el valor de la pigmentación.

 

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