Autor:
Roberto Santiago
Technical Services.
Animal Nutrition Nutrition and Care
Evonik México
En la industria de alimentos para animales se requieren cada vez mas de diversos insumos para la fabricación de sus productos, independientemente del alimento que se elabore: pellets o harinas, cuanto más especializado es el alimento es más importante monitorear el resultado, hoy en día más fabricantes optan por agregar a sus alimentos características que lo vuelvan el producto de elección para la producción deseada, dichos productos van muy enfocados a agregar calidad nutricional, como los aditivos nutricionales que se aplican mas allá de los granos y oleaginosas comunes en la elaboración de alimentos y por dar unos ejemplos tenemos en cuenta los aminoácidos, ácidos orgánicos, vitaminas, minerales, minerales quelatados, pigmentos, enzimas, levaduras, probióticos. Dichos aditivos tienen como enfoque principal aumentar la digestibilidad de los nutrientes, mejorar la producción, cuidar el desempeño metabólico de las aves y proporcionar la ya tan famosa salud intestinal.
Sin embargo los ingredientes que contribuyen a mejorar la calidad digestiva, nutricional o ambiental de nuestras aves también constituyen un reto mayor debido a que su evaluación y composición debe sortear retos importantes como por ejemplo el ya citado proceso térmico que en sí mismo provee un reto importante para todos los ingredientes, otro reto no menos importante es la variabilidad de ingredientes que tenemos en la dieta esto es debido a que las causas más típicas de desequilibrio microbiano intestinal precisamente recae en estas materias primas resultando en un incremento de nutrientes no digeridos en el lumen intestinal, esto a su vez puede provocar un crecimiento excesivo de Clostridium perfingens o E. coli en el intestino causando una disbiosis acompañada de inflamación y estrés oxidativo, cabe mencionar que no solo estas bacterias pueden causar una disbiosis en nuestras aves, hay un importante número de bacterias que también pueden contribuir a tal efecto.

Este desequilibrio en la población microbiana en muchas ocasiones causa rupturas en la barrera intestinal y diarrea, siendo ambas responsables de la pérdida de la salud intestinal, por lo cual es importante pensar en estrategias que nos lleven a contrarrestar este efecto que impacta en la economía y en la condición corporal y productivo de los animales.
Sin embargo el tema de lesión intestinal o provocar una diarrea es quizá el ejemplo mas aparente del cual siempre tomamos precauciones a veces con notable éxito y otras no tanto, pero la condición de la mucosa intestinal es también tema de preocupación ya que si hablamos de salud intestinal, justamente aquí es donde empieza o deberán empezar las estrategias, brevemente quisiera exponer el por que de esta afirmación:
Fisiológicamente la mucosa intestinal esta formada vellosidades y microvellosidades que aumentan la superficie de absorción aproximadamente 1000 veces mas, y también contribuyen en la absorción de los nutrientes apoyados en los ya métodos conocidos como es el transporte activo, difusión pasiva o arrastre, de igual forma las enzimas proteolíticas mas importantes secretadas por el páncreas hacen su función aquí en la mucosa intestinal, colaborando con la digestión de los alimentos ingeridos, es importante hacer notar que las enzimas Tripsina, quimotripsina y la carboxipolipeptidasa son secretadas del páncreas como cimógenos (forma inactiva de las enzimas para protección del tejido pancreático) y en la mucosa o luz intestinal bajo influencia de PH adecuado y una enzima que es secretada en la mucosa intestinal (enterocinasa) es entonces cuando el tripsinógeno se activa y cambia a su forma de tripsina para hacer su efecto digestivo, esta tripsina en su forma autolítica también puede activar al quimotripsinogeno a fin de formas la quimotripsina o la carboxipolipeptidasa. Esto es importante mencionarlo ya que de estas enzimas depende el éxito de las formulaciones con base en aminoácidos digestibles o el bien llamado concepto de proteína ideal.
En este punto también es importante recalcar que la mucosa intestinal tiene también excreción de moco y este es colonizado por un órgano independiente y con actividades digestivas y de cuidado de la mucosa intestinal, su nombre es la bien llamada microbiota intestinal que es compuesta por una diversidad de bacterias en donde conviven armónicamente a fin de ayudar a promover la salud del intestino, es por esto la importancia de un cuidado integral de estos componentes mediante estrategias que ayuden a mantener la integridad de las vellosidades y estrategias que nos ayuden a mantener la diversidad de la microbiota manteniendo así una mucosa intestinal saludable a fin de que las estrategias nutricionales tengan éxito, una alternativa viene de la mano de los probióticos.

Los probióticos son cultivos de un solo microorganismo o de varios, que suministrados a los animales, afectan beneficiosamente al hospedador mejorando las propiedades de la flora autóctona. En producción animal, los probióticos se vienen utilizando desde hace algún tiempo.
El objetivo del uso de probióticos es controlar el balance de la flora intestinal suministrando ciertas cepas de bacterias beneficiosas. Los géneros más utilizados en producción animal son Lactobacillus y Enterococcus como flora láctica presente en animales sanos y Bacillus como flora exógena pero con un efecto positivo reconocido en el ámbito de la producción animal (Gil Turnes, 1999).
La manera en la que los probióticos actúan es complicada. La bacteria produce una serie de efectos en el animal que mejoran su salud. Inicialmente, el Probiótico compite con las bacterias patógenas por los nutrientes y los lugares de fijación en el tracto gastrointestinal, haciendo más difícil la colonización del lumen intestinal por estos patógenos; además, algunos probióticos producen bacteriocinas (antibióticos naturales) con el fin de ser predominantes en el lumen intestinal. La interacción de estos dos efectos consigue una regulación del ecosistema microbiano. Asimismo, los probióticos ayudan a digerir la dieta, de dos formas: produciendo enzimas y estimulando la secreción de enzimas propias del animal (Sieo et al., 2005).
Los probióticos son células procarióticas que degradan carbohidratos a través de diferentes rutas bioquímicas; el producto final de esta degradación es normalmente un ácido graso de cadena corta como el butírico o ácidos orgánicos como el ácido láctico, así como otros metabolitos como el peróxido de hidrogeno o incluso vitaminas. Los ácidos orgánicos acidifican el lumen, y, al mismo tiempo, son una fuente de energía para los lactobacilos; además la producción de los ácidos grasos de cadena corta se ha relacionado con la mejora de la integridad de la mucosa y con el incremento de la resistencia del intestino a las enfermedades (Sakata e Inagaki, 2001).
Más allá de estos modos de acción, el uso de probióticos en la primera fase de la vida del animal ayuda a regular el sistema inmune (Madden y Hunter, 2002).
La capacidad de algunos microorganismos de estimular y reforzar la respuesta inmune de los animales frente a las infecciones ha sido probada en diferentes estudios (Cross, 2002). Incluso teniendo claras estas acciones, el ecosistema microbiano es muy complejo y a menudo el efecto de la adición de probióticos es impredecible.
El refuerzo de las bacterias beneficiosas provoca un decrecimiento de los conteos de bacterias que producen componentes putrefactos (amoniaco, sulfuro, fenol, etilfenol, escatol o indol) y por ello se puede esperar que haya un descenso en la cantidad de componentes de los olores fecales implicados en la carcinogénesis.
En este tenor el Bacillus amyloliquefaciens CECT 5940 se encuentra esporulado, es termoresistente y procede de una cepa no emética, ni toxica, ni tiene genes de resistencia antibiótica de Bacillus. Debido a que no es absorbido por los animales no representa ningún peligro para ellos ni para el medio ambiente, es un microorganismo que produce gran cantidad de enzimas y pueden encontrarse libres en el medio de cultivo “in vitro” este hecho permite también tener una mejor digestión de los ingredientes ayudando así a reducir la variabilidad de las materias primas.
El Bacillus amyloliquefaciens produce una gran cantidad de xilanasa, contribuyendo a la degradación del arabinoxilanos de los ingredientes, tema por demás crucial ya que hoy en día las cantidades de arabinoxilanos provenientes de materias primas que son usadas generalmente para la manufactura de alimentos, son elevadas y tomando en cuenta que las aves no tienen la capacidad de hidrolizar estos arabinoxilanos suplementados, entonces tenemos como consecuencia un aumento favorable en la viscosidad del alimento y por consiguiente una fácil colonización de bacterias.
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Ecobiol® es un probiótico que consiste en una cepa natural de rápido crecimiento Bacillus amyloliquefaciens CECT 5940, con una capacidad inherente para producir metabolitos secundarios y ácido láctico, que pueden influir en las interacciones entre diferentes poblaciones bacterianas.
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