Cómo influye la  nutrición en la calidad de la cáscara de huevo en los reproductores pesados

Fuente: Avicultura.com

La mala calidad de la cáscara de huevo representa una pérdida sustancial de ingresos y rentabilidad para una empresa de reproductores pesados. Por lo tanto, es importante entender los factores que afectan a la calidad de la cáscara y cómo mejorar significativamente el número de huevos incubables y reducir la pérdida de pollitos.

Existen diversos factores nutricionales y no nutricionales que podrían influir en la calidad de la cáscara de huevo en los reproductores pesados. Se trata de los siguientes:

  • La duración del tiempo que pasa en el útero durante la formación de la cáscara
  • El nivel de deposición de calcio en el útero
  • La hora del día en que se pone el huevo
  • La edad de gallina ya que el grueso de la cáscara se reduce al avanzar y el tamaño del huevo aumenta
  • Agentes determinantes de enfermedades infecciosas y contaminaciones, por ejemplo, bronquitis infecciosa, síndrome de caída de puesta, Newcastle, micoplasma, micotoxinas T-2 y HT-2; sulfamidas e insecticidas organoclorados.
  • Deficiencias y excesos nutricionales
  • Agua potable salina
  • Momento de la alimentación
  • Otros factores son el genotipo, el alojamiento o el sistema de producción, el medio ambiente – temperatura, iluminación.

Importancia de la nutrición

Además del calcio, el fósforo y la vitamina D3 también están involucrados, junto con una serie de Poligoelementos minerales, además de que el estado de salud intestinal y la función renal también juegan un papel importante en la absorción de calcio y la actividad de ésta.

El calcio es necesario para las gallinas reproductoras a unos niveles adecuados -hasta 4,9 a 5,1 g/ave y día – para la formación de la cáscara. Una fuente y un suministro adecuados del mismo durante la puesta son cruciales para prevenir la aparición de varios problemas, entre ellos:

  • tetania de calcio,
  • anomalías esqueléticas
  • mala calidad de la cáscara: delgada, agrietada o sin ella.

Además, también puede darse una alteración de la ovulación, una producción muy temprana de huevos y una caída de la misma especialmente en pollitas de gran peso y maduración precoz -. En una reproductora alimentada de forma controlada la cantidad de calcio consumido varía según el sistema de reparto. El tamaño de partícula y el origen de la fuente de calcio por ejemplo, conchilla de ostras, carbonato cálcico, etc. – deben tenerse en cuenta al establecer el nivel del mismo durante la puesta.

Un equilibrio adecuado de calcio es importante para evitar deficiencias o excesos con impacto negativo en la calidad de la cáscara, debido a una insuficiente mineralización del calcio o la utilización de minerales importantes como fósforo, magnesio, manganeso y zinc. Debido al alto contenido de calcio en la dieta de puesta y el consiguiente impacto en la densidad de la misma hay una tendencia a la segregación del tamaño de las partículas del pienso, lo que puede originar una mayor variación en los resultados del análisis de calcio dietético.

Por lo tanto, también es importante asegurar un adecuado tiempo de mezclado del pienso para lograr un alto nivel de precisión entre los niveles dietéticos formulados y los reales.

El fósforo está presente a un nivel bajo en la cáscara de huevo, pero es importante para reponer el hueso medular de la gallina, debiendo haber el suficiente para asimilar el calcio en la matriz ósea.

La vitamina D3 es un importante elemento implicado en el metabolismo del calcio en el hígado y el riñón y por lo tanto afecta significativamente la calidad de la cáscara del huevo por ser necesaria para la absorción normal del calcio. Una cantidad inadecuada de vitamina D3 en el pienso induce rápidamente una deficiencia de calcio y una caída en el peso de la cáscara de huevo, lo que origina cáscaras más débiles y delgadas. Se recomienda una dosis mínima de 3.500 UI/kg de vitamina D3 en el pienso para las reproductores para la producción de huevos, la calidad de la cáscara y la incubabilidad.

Los oligoelementos minerales como el manganeso, el cobre y el zinc también son importantes para lograr una buena calidad de la cáscara. Los niveles recomendados por las empresas de reproductores para estos nutrientes deben satisfacer los requisitos de calidad de la cáscara.

Las aves estresadas por calor a menudo ponen huevos con una cáscara más delgada y débil debido a las alteraciones del equilibrio ácido-base en la sangre como resultado de la hiperventilación por el jadeo, lo que origina una pérdida excesiva de CO2. Esto, a su vez, origina un mayor pH en la sangre ser más alcalino. El pH de sangre más alto reduce la cantidad de Ca ionizado y CO3 enviado al útero para la formación de cáscara.

El aumentar la cantidad de calcio en el pienso no corrige este problema pero, en condiciones prácticas, la sustitución de parte de la sal común – un tercio de ella – por bicarbonato sódico y un aumento del nivel de K para lograr un equilibrio de electrolitos por encima de 200 mEq/ kg ha demostrado ser beneficioso para mejorar la resistencia de la cáscara.

Un agua potable salina, que es alta en sodio y cloruros, puede inhibir la actividad de la enzima anhidrasa carbónica en la mucosa del útero que limita el suministro de iones de bicarbonato – y calcio – en el lumen de la misma para formar CaCO3 – Chen y Balnave, 2001.

El momento de la alimentación puede influir en la calidad de la cáscara. A los reproductores pesados generalmente se les repartir el pienso durante las primeras horas de la mañana, lo que, lamentablemente, no coincide con el momento de deposición de la cáscara de huevo, que tiene lugar durante la noche. Por lo tanto, en el momento de la demanda máxima de calcio para la calcificación de la cáscara una cantidad significativa de éste se moviliza desde el sistema esquelético para la formación de la misma.

Los programas adecuados de nutrición y alimentación son fundamentales para controlar el peso corporal y el tamaño del huevo para alcanzar los objetivos de rendimiento de los reproductores y para lograr una calidad satisfactoria de la cáscara. Las dietas de los mismos deben formularse con los niveles de nutrientes aconsejados por las empresas de genética para proporcionar unos niveles óptimos de calcio, fósforo, vitamina D3 y oligoelementos minerales. El uso de una combinación de D3 y del metabolito 25-hidroxi-D3 y oligoelementos minerales orgánicos se consideran que vale la pena.

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