Herramienta desarrollada en proyecto C-SNIPER será otra alternativa para reducir progresivamente el uso de antibióticos en producción animal.
Fuente: Diario Veterinario
En el marco del Proyecto C-SNIPER, cinco socios europeos (AZTI, Institute of Animal Reproduction and Food Research PAS, University of Turin, Phage Technology Center GmbH y O.R.A. Società Agricola) se han unido con el objetivo de reducir la prevalencia de Campylobacter mediante el desarrollo y la validación de una estrategia de mitigación innovadora, eficiente y sin el uso de antibióticos, que pueda ser integrada fácilmente en los protocolos de higiene ya establecidos. El proyecto será financiado por el Consorcio Europeo de Alimentación EIT Food, según informa AZTI.
Mediante el proyecto se desarrollará una solución basada en el uso de bacteriófagos (fagos) como antibacterianos naturales, aplicable en las granjas, mataderos o instalaciones de procesado. La principal ventaja del empleo de fagos como estrategia de seguridad alimentaria frente a Campylobacter es su alta especificidad contra este patógeno, no afectando a otros microorganismos presentes en la microbiota del hospedador y siendo, por tanto, inocuo para plantas, animales y humanos.
De hecho, reflejo de este potencial, ya existen en el mercado herramientas similares basadas en fagos contra otros importantes patógenos alimentarios como Listeria monocytogenes, Escherichia coli o Salmonella. Sin embargo, hasta el momento, no se han comercializado productos de fagos específicos contra Campylobacter.
Por lo tanto, la herramienta desarrollada en el proyecto C-SNIPER, que se prevé será validada durante 2020, dará solución a esta necesidad del mercado y del sector de disponer de alternativas efectivas para reducir progresivamente el uso de antibióticos en producción animal.
Al mismo tiempo, el control de la presencia de Campylobacter dará lugar a productos derivados del pollo más sanos, seguros y de mayor calidad, derivando también en un gran impacto positivo en la seguridad alimentaria, la salud pública, la confianza y protección del consumidor y el bienestar social.
En consecuencia, este proyecto va a ayudar a impulsar el sector avícola europeo e incrementará su alcance dentro de los mercados locales e internacionales, fortaleciendo a la vez la competitividad y posicionamiento de los socios que están abordando este problema histórico, tanto en sus respectivos países, como a nivel europeo.
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