Efecto de la edad al despique en pollas de postura sobre el comportamiento productivo en la etapa de levante (Parte 2)

Sonia Sarasara Urquia1 y Marcial Cumpa Gavidia2

1 Ingeniero Zootecnista.

 2 Profesor Principal, Departamento Académico de Producción Animal – UNALM

Introducción

El despique en lotes de aves como pollas de postura, pavos, patos y codornices se realiza con el objetivo de disminuir el desperdicio de alimento y a la vez reducir posibles presentaciones de picaje, entre estas aves. El picaje se puede presentar en parvadas con alta densidad de crianza, exceso de luminosidad, deficiencia de fibra o de sal, falta de alimento, entre otras. A las aves les gustan mucho los colores rojo, naranja y amarillo, de modo tal que aves de plumaje blanco que sangran al ser picoteadas por sus compañeras deben ser separadas para evitar que aumenten los problemas de picaje. En el caso de pollas de postura el despique ha logrado reducciones en la mortalidad (Lee y Reid, 1977), mejor conversión alimenticia (Lemus y López, 2009), mejora en la producción de huevos (Lemus y López, 2009), así como aumenta la rentabilidad de la parvada (North y Bell, 1990).

Consecuencias del despique

La eliminación de la punta del pico provoca un dolor a corto plazo, ya sea que se realice con los procedimientos de cuchilla caliente o infrarrojo. Se ha registrado una descarga de lesión en el nervio intramandibular (nervio periférico principal que sirve al pico inferior), pero la descarga es de corta duración (Gentle, 1991). Está documentado que de un período de 6 a 24 horas después de la descarga de la lesión, el dolor es reducido. Se realizaron dos estudios en pollas de 16 semanas de edad, con el procedimiento de cuchilla caliente, encontrándose que no hubo una reducción significativa en el uso del pico luego de 6 horas después del corte del pico. A las 26 horas, 32 horas y 4 días después del recorte del pico, el picaje a otras aves se redujo. Una posible explicación para la disminución del dolor durante el primer día después del corte del pico, fue la ausencia de una descarga de la lesión persistente y ninguna actividad neural anormal registrada desde el nervio intramandibular durante un período de cuatro horas después de recortar el pico (Gentle, 1991). Otro indicador del estrés a corto plazo, fue un aumento significativo de la frecuencia cardíaca de las gallinas adultas en comparación con los controles simulados (Glatz, 1987).

En un segundo estudio realizado para comparar la respuesta de la frecuencia cardíaca entre las aves de 1, 10 y 42 días de edad después del corte del pico, se evidencia que la edad fue un factor importante.

Los pollitos de un día de edad no mostraron aumento de la frecuencia cardíaca después del tratamiento, mientras que los de 10 y 42 días observaron aumentos significativos en la frecuencia cardíaca. El estudio sugiere que la respuesta al estrés de los pollos al recorte, la manipulación y la retención del pico, es menor cuando el procedimiento se completa poco después de la eclosión (Glatz y Lunam, 1994). Cualquier daño de la lengua o las fosas nasales quemadas que ocurren después del corte del pico es inaceptable.

La razón es que la eliminación del 75% o más del pico es necesaria para causar cualquier daño a las dos estructuras. No hay datos que apoyen la necesidad de eliminar una porción tan grande del pico, y, por lo tanto, esta preocupación no debería ser un problema en los lotes comerciales que actualmente están sometidos a recorte de pico (Kuenzel, 2007). Se han reportado consecuencias del despique en aves de corral, una de ellas es la pérdida de la función normal, debido a la capacidad reducida de detectar materiales con el pico, hay dos funciones que se ven afectadas por el recorte del pico, que incluyen el comportamiento de ingestión de alimento y del agua.

Se han descrito estudios que muestran que cuando se realiza el corte del pico a una edad temprana, la ingesta de alimentos y peso vivo se reducen significativamente durante las primeras semanas después del tratamiento (Gentle et al., 1997; Hartini et al., 2002). Sin embargo, se ha informado que la disminución de la ingesta de alimentos no persiste y, la madurez sexual y la tasa de crecimiento vuelven a la normalidad (Carey, 1990; Craig y Lee, 1990; Struwe et al., 1992). Se ha publicado una amplia variación en la ingesta de alimentos y en su respuesta en el peso vivo después del corte del pico en aves de corral (Gentle, 1986; Hester y Shea-Moore, 2003). Aunque uno podría intuitivamente considerar que la ingesta de alimentos y agua es similar, el comportamiento de comer difiere significativamente de beber y por lo tanto puede ser afectado de manera diferente después del recorte de pico. Específicamente, la alimentación requiere más habilidad y precisión. Consta de 5 etapas: 1) reconocimiento de alimentos, 2) orientación de la cabeza y del pico hacia los gránulos o partículas de alimentación; 3) apertura y cierre rápidos del pico sobre granos o partículas de alimentos, 4) el movimiento de partículas de alimento desde el extremo del pico hacia la parte posterior de la boca; y 5) tragar, un reflejo que mueve el alimento desde la parte posterior de la cavidad bucal hasta el esófago. La alimentación puede ocurrir con la cabeza y el pico colocados por encima o por debajo del cuerpo. En contraste, beber en pollos requiere el uso de la gravedad, por lo tanto, la cabeza tiene que ser colocada por encima del cuerpo para permitir que el agua se mueva desde la parte inferior del pico que sirve como receptáculo por la boca, la faringe y el esófago hasta el resto del tracto gastrointestinal.

Los bebedores tipo tetina o nipple son ideales para las aves cuando se colocan por encima de las cabezas de las mismas. Es importante vigilar la ingesta de agua después del corte del pico. Si el bebedero tipo tetina requiere cierta fuerza para desplazarla para obtener unas gotas de agua, los pollitos con picos sensibilizados pueden evitar este tipo de bebedero. Por lo tanto, puede valer la pena el esfuerzo de proporcionar bebedores Plasson o bebederos de copa para el agua para los primeros días después de recorte de pico. (Kuenzel, 1983).

Edad de despique y el rendimiento productivo

El despique temprano (antes de los 15 días) es un estrés muy severo y por lo general interfiere en el nivel de inmunidad que estamos proporcionando con la aplicación del programa de vacunación. Esta interferencia a la inmunidad se puede evidenciar en muchos grados de acuerdo a la intensidad o confluencia o de factores inmunosupresores. Se puede obtener desde pobres respuestas a las vacunas o una alta sensibilidad a factores medioambientales o de microorganismos. En esta fase se coloca un buen número de vacunas (Marek, Gumboro, Newcastle, Bronquitis Infecciosa, etc.) para estimular la respuesta de las pollas y si estas no han producido una buena base inmunológica, el resto del programa de vacunación será deficiente. Despicar a las pollas de postura a las 7 – 8 semanas cuando aún no se ha cornificado el pico, permite medir adecuadamente como debemos realizar el corte, ya que a esta edad la forma y largo del pico está definido y esto nos permite evitar errores y tener que repasar al momento del traslado a producción por crecimiento del pico posterior al despique. A esta edad no hay interferencia con el desarrollo del tracto reproductivo, debido a que esto es desencadenado por la edad de maduración del eje hipófisis-hipotálamo-ovario, sin mayor riesgo ni compromiso de la salud del ave (Morales, 2008).

Durante las 6 a 8 semanas de edad, el ave obtiene la mayor parte de los componentes estructurales adultos (músculos, huesos y plumas) las deficiencias de crecimiento durante este período evitarán que el ave obtenga suficientes reservas en los huesos y en los músculos, las cuales son necesarias para sostener un alto nivel de producción de huevo y para mantener una buena calidad de la cáscara de huevo. Actividades traumáticas como las vacunaciones reactivas, el despique, la manipulación y otras prácticas de manejo pueden retrasar el desarrollo durante este periodo de crecimiento rápido. (Hy-Line Brown, 2018).

El despique temprano (7 a 10 días de edad) debe realizarse en la línea Isa Brown y en las líneas de la misma familia, debido a que son muy sensibles, y esperar hasta la séptima semana puede ser muy problemático, y es muy probable que durante la quinta semana van a empezar a picarse, además luego del despique temprano, también debe realizarse el despique a la sexta o séptima semana. Pero en la línea HyLine Brown en la cual no hay necesidad de un despique los primeros días, solo un despique definitivo entre la sexta y octava semana (Otárola, 2007). Carey y Lassiter (1995) concluyeron que, si el corte de pico se realiza posterior a las siete semanas, menor es la posibilidad de recuperación de las aves.

El retraso en la madurez sexual de las pollas sometidas a un corte de pico posterior a las siete semanas da como resultado un ingreso a producción tardío, un aumento en el tamaño del huevo al entrar a producción y también disminuye el número total de huevos en el ciclo. Gentle et al. (1997) menciona que mientras a más temprana edad se realiza el despique, mejor va a ser el consumo promedio de alimento por semana en la etapa de levante.

Un despique tardío a las 10 -12 semanas puede tener fuerte incidencia en la uniformidad y por estar en una edad tardía no permite oportunidad de mejorar el lote. Se ha observado despiques de aves hasta 12 semanas, y es muy traumático y doloroso para las aves, además de causar una baja uniformidad; además el manipuleo, como puede evidenciarse, es mucho más difícil (Patiño, 2007). En un estudio realizado por Ortiz (2007), se concluyó que se debe realizar el despique a una edad que no afecte la etapa de crecimiento y desarrollo de las pollas, de preferencia a la séptima semana de edad, y al realizar las evaluaciones entre dos edades de despique (7 y 12 semanas de edad) observó diferencias estadísticas en el peso corporal a las 18 semanas, con 91 gramos a favor de las despicadas en la semana siete; el rendimiento de las aves ponedoras respecto a la cantidad de huevos/ave alojada, muestra que existe una diferencia de casi ocho huevos menos a las 64 semanas de edad para las aves despicadas a la semana 12, contra las que fueron despicadas a las siete semanas. En el próximo número continuaremos con la presentación del presente trabajo.

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