Autor: Carlos J. Cuello O.
Director técnico para América Latina
Huvepharma
El diseño y formulación de las dietas utilizadas en las diferentes especies avícolas cada día se convierte en un proceso más complejo a medida que se van adquiriendo mayor comprensión de los procesos metabólicos y los requerimientos de los animales en cada fase del proceso productivo, buscando garantizar que los animales alcancen la máxima expresión de su potencial genético. Las vitaminas y minerales juegan un papel fundamental en este proceso y la vitamina D es de particular importancia ya que está involucrada en la homeostasis del calcio, el desarrollo esquelético adecuado y la alta calidad de producción. Esto hace que la suplementación con vitamina D sea esencial y la elección del mejor metabolito de vitamina D para hacerlo sea crucial.
La vitamina D es una vitamina liposoluble, que puede ser obtenida por parte de los animales a partir de diferentes fuentes. Lo pueden hacer de forma natural a partir del metabolito 7-dehidrocolesterol, que se encuentra a nivel de la membrana de las células de la piel (dermis y epidermis) cuando los animales se encuentran expuestos a la radiación solar directa. Este metabolito se transforma en colecalciferol (vitamina D3) por acción de la luz ultravioleta para posteriormente ser liberada al espacio extracelular y luego a circulación sanguínea.
Los animales también pueden obtenerla a partir de su dieta, en forma de colecalciferol natural, propio de los ingredientes de origen animal o como colecalciferol sintético, generalmente administrado a través de la premezcla de vitaminas y minerales. Otra fuente, es en forma de ergocalciferol (vitamina D2) a partir de los ingredientes de origen vegetal, aunque en este caso es en menor medida en las aves, ya que al no tener la capacidad de unirse a la proteína ligadora de vitamina D (responsable del transporte de la vitamina D a la sangre), almacenándose a nivel del tejido adiposo.

Es importante recalcar que el colecalciferol que adquieren los animales a partir de la luz solar o de la suplementación en la dieta no tiene aún la actividad de vitamina activa (actividad metabólica) por lo que debe ser considerada una provitamina y para lograr su activación, se requieren dos procesos de hidroxilación. El primero, a nivel del hígado mediante la acción de la enzima 25-hidroxilasa, convirtiéndose en 25-hidroxivitamina D3, que es la principal forma circulante y de almacenamiento de la vitamina D3 a nivel sérico. Este metabolito aún no es metabólicamente activo, considerándose un metabolito intermedio. Cuando es requerido por el animal, la 25-hidroxivitamina D3 sufre una segunda hidroxilación a nivel renal, proceso regulado principalmente (pero no exclusivamente) por la PTH (hormona paratiroidea) y por acción de la enzima 1α-hidroxilasa dando lugar a la 1,25-dihidroxivitamina D3 o calcitriol, que es la forma biológicamente activa de la vitamina D. Actualmente hay múltiples opciones de vitamina D disponibles comercialmente. Estas difieren según qué metabolito de vitamina D se incluye, cómo se producen estos metabolitos y cómo se consideran desde un punto de vista regulador. Por ejemplo, la 25-hidroxi vitamina D3 es una buena opción por considerar para la suplementación con vitamina D, pero no todas las fuentes de 25-hidroxi vitamina D3 disponibles comercialmente son iguales. Factores como la estabilidad, la biodisponibilidad y la seguridad en su utilización deben ser tenidos en cuenta al momento de evaluar entre los productos disponibles.
Existen a nivel comercial dos fuentes de 25-hidroxi vitamina D3, una producida a través de fermentación bacteriana y otra a partir de síntesis química. En una prueba realizada en el laboratorio de tecnología de alimentos para animales de la Universidad de Ghent en Bélgica, se evaluó la estabilidad de las dos moléculas durante el proceso de peletizado a diferentes temperaturas, 75, 85, 95 y 105°C y tiempos de retención en el acondicionador de 30 segundos. Sobre las cuatro temperaturas probadas, la recuperación media del producto producido mediante fermentación fue del 96,3%, mientras que el derivado sintético solo alcanzó el 86,7%. (Gráfico 1.)

En general, los efectos de un suplemento de 25-hidroxi vitamina D3 están relacionados a una relación dosis-respuesta. Sin embargo, la investigación realizada por Huvepharma, ha demostrado que, en comparación con otras opciones de 25-hidroxi vitamina D3 disponibles comercialmente, se requieren dosis absolutas más bajas de la 25-hidroxi vitamina D3 cuando se suplementa a partir de la molécula de origen fermentación bacteriana para obtener los mismos resultados frente a su homóloga sintética. (Gráfico 2). Lo que demuestra que el proceso de producción de la fuente de 25-hidroxi vitamina D3 definitivamente importa.

Mediante pruebas realizadas en el centro de investigación en nutrición animal de Schothorst (Países Bajos), se evaluó el impacto de suplementar los requerimientos de vitamina D3 de pollos de engorda a partir de tres diferentes fuentes, colecalciferol y dos fuentes de 25-hidroxi vitamina D3 (origen fermentación y sintética), evaluando los niveles séricos luego de su administración a través del alimento. Durante este trabajo realizado durante 37 días, se utilizaron 960 aves de un día, los cuales se dividieron al azar en 48 corrales (12 corrales por tratamiento, 20 aves por corral) y se criaron en condiciones comerciales, de acuerdo con las buenas prácticas de cría.
Un grupo control negativo, alimentado con una dieta basal con 62,5 μg de vitamina D3 estándar por kg de alimento, correspondiente a 2500 Unidades Internacionales (UI) de vitamina D3 por kg de alimento; un grupo de control positivo alimentado con la misma dieta basal, suplementado adicionalmente con 62,5 μg de vitamina D3 estándar por kg de alimento, correspondiente a un total de 5000 UI de vitamina D3 por kg de alimento.
El tercer grupo se alimentó con la dieta basal del control negativo, suplementada adicionalmente con 31,25 μg de 25 hidroxi vitamina D3 de origen fermentación por kg de alimento, lo que corresponde a un total de 5000 UI de vitamina D3 por kg de alimento y el cuarto grupo alimentado con la dieta basal del control negativo, suplementado adicionalmente con 62,5 μg de 25-hidroxi vitamina D3 derivada sintéticamente por kg de alimento, lo que corresponde a un total de 5000 UI de vitamina D3 por kg de alimento.
La posibilidad que nos ofrecen las fuentes de 25-hidroxi vitamina D3 de contar con una molécula que se absorbe y se retiene de forma más eficiente y que además no requiere del primer proceso de hidroxilación a nivel del hígado de los animales, son bastante grandes, ya que permiten alcanzar niveles séricos más altos del metabolito de una manera segura, sin riesgos de intoxicación. En el caso de gallinas ponedoras y reproductoras cabe resaltar que la 25-hidroxi vitamina D3 al tener una vida media más larga, tiene la capacidad de almacenarse a nivel de la yema de los huevos, lo que les confiere por un lado la posibilidad de comercializarse como un alimento funcional (huevos enriquecidos) y en el caso de las gallinas reproductoras estos niveles más altos de la molécula, les confiere características de mayor incubabilidad.
Como conclusión de lo anteriormente expuesto, podemos mencionar que no solo con suplementar vitamina D3 a los animales garantizamos alcanzar los niveles séricos adecuados de 25-hidroxi vitamina D3 para suplir todos los requerimientos por parte de los animales. Por lo tanto, la elección de una fuente adecuada de vitamina D3 puede traer ventajas adicionales a nivel productivo.
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