Influencia de la harina de caña proteica en la producción y calidad de huevos

En el caso específico de las aves, la caña de azúcar tiene gran importancia y prioridad, ya que mediante tratamientos se convierte en alimentos alternativos de gran valor, revirtiéndose en la producción de carne y huevo con materias primas autóctonas.

Escribe: 1 Yordan Martínez Aguilar, Mario Cisneros López, Román Rodríguez Bertot, Antonio Labrada Santo

Facultad De Medicina Veterinaria Centro De Estudio De Producción Animal
Universidad de Granma
1ymartineza@udg.co.cu

Resumen

Se evaluó el efecto de altos por cientos de harina de caña proteica (HCP) en la producción y calidad de los huevos en gallinas ponedoras comerciales en condiciones de producción. Se emplearon tres grupos experimentales (66 gallinas, cada uno), que recibieron diferentes dietas (0, 20 y 47.36%), variando el por ciento de inclusión de HCP. Se determinó la producción de huevos, peso inicial y final de las gallinas, peso del huevo, resistencia a la rotura, altura de la clara densa, color de la yema durante 20 semanas, a partir de la semana 29.

Los resultados mostraron que la dieta de 20% de HCP tuvo un efecto significativamente positivo en la producción de huevos y en la altura de la clara densa con respecto al control, alcanzándose índices de puesta de 76, 81, 80 y 81% en las semanas 29, 36, 42 y 49, respectivamente. Además, los altos niveles de inclusión de HCP no afectaron el peso de las gallinas y contribuyeron a mejorar la calidad de los huevos. Se recomienda incluir diferentes niveles HCP en gallinas semirrústicas y utilizar HCP como componente de la dieta para obtener huevos de mayor calidad nutritiva.

Introducción

En Cuba se buscan alternativas no convencionales para dar solución al déficit de alimentos, estableciendo, no solo la producción total, sino también la calidad de los huevos y la carne. En este sentido se realizan importantes investigaciones en el campo de la alimentación avícola, incluyendo alimentos no convencionales como por ejemplo, la caña de azúcar y sus subproductos.

En el caso específico de las aves, la caña de azúcar tiene gran importancia y prioridad, ya que mediante tratamientos se convierte en alimentos alternativos de gran valor, revirtiéndose en la producción de carne y huevo con materias primas autóctonas. De esta forma se buscan soluciones para satisfacer la demanda creciente de la población. Rodríguez et al. (2005), proponen la harina de caña proteica como una alternativa atractiva en dietas balanceadas para aves. La harina de caña proteica según Cisneros et al. (1999) es un alimento que se obtiene a partir de la combinación de harina de caña de azúcar con ensilaje de pescado en una proporción tal que permite alcanzar niveles de proteína entre 18 y 22% y FB por debajo de 15%, lo cual la convierte en un alimento con perspectivas si se tiene en cuenta que las materias primas que la componen son de origen nacional.

En Cuba existe un alto potencial de subproductos de la pesca, que bajo procesos preparatorios de bajo costo, se pueden convertir en fuente principal de proteínas para la alimentación de los cerdos y las aves (Vyraphet, 1997; Cisneros et al., 2005). Es indudable que la avicultura —dentro de las actividades pecuarias, representa uno de los sistemas más rápidos en la producción de alimentos de alta calidad (huevos y carne) para el consumo humano, es por ello que dado el alto precio de las materias primas convencionales y la baja solvencia económica de los países del tercer mundo—, merece continuar desarrollando investigaciones para perfeccionar los sistemas de alimentación donde se utilicen alimentos no convencionales. El objetivo del trabajo es evaluar el efecto de altos por cientos de harina de caña proteica sobre la producción y calidad de los huevos en gallinas ponedoras comerciales en condiciones de producción.

Materiales y métodos

Las investigaciones se realizaron en la Unidad Experimental Avícola del Instituto de Ciencia Animal, durante los meses de enero 2016 a junio 2016.

Para la realización del experimento, se emplearon tres grupos (66 cada uno) de gallinas ponedoras. Las gallinas de 26 semanas de nacidas y sin síntomas aparentes de enfermedad, fueron seleccionadas de un grupo de 3000 animales con edad y características raciales similares. Las 198 gallinas seleccionadas se alojaron en jaulas metálicas diseñadas para este tipo de explotación, con tres animales por hueco. Las dietas experimentales fueron formuladas según establece el NRC (1994), para esta categoría. La alimentación se restringió a 115 g/ave a partir de la semana 26, momento pico de la puesta de huevos por las gallinas. Las mediciones comenzaron a realizarse a partir de la semana
29.

Los tratamientos consistieron en:

• Primer grupo: las ponedoras se alimentaron con pienso a base de maíz y soya.
• Segundo grupo: inclusión de 20% de harina de caña proteica en la dieta.
• Tercer grupo: se mezcló el pienso comercial con harina de caña proteica (47,36% HCP más 8 g de maíz molido).

A partir de las 29 semanas y durante 20 semanas, se determino el peso inicial de las gallinas, producción de huevos, peso del huevo, grosor de la cáscara del huevo, color de la yema, resistencia a la rotura del huevo, altura de la clara densa del huevo y pesaje final de las gallinas.

El peso inicial de las gallinas se determinó individualmente a las 26 semanas, y el peso final, en la semana 49 en una balanza alemana y error de ± 1,5 g. Durante las semanas 29 y 49, por tres días consecutivos se pesaron los huevos, mediante balanza técnica digital de nacionalidad rusa y error de ± 0,1 g. Se midió también el grosor de la cáscara en ambos polos y lados laterales de los huevos con un tornillo micrométrico de fabricación rusa y una precisión de 0,01 mm, así como la resistencia a la rotura del huevo en las semanas 30 y 36, mediante una balanza Syro/2001 de procedencia suiza. También fue objeto de medición la altura de la clara densa con un calibrador de altura y una exactitud de 0,01 mm.

El color de la yema se determinó a las 49 semanas, según Escala de Roche. Se empleó un diseño de bloques al azar con 11 replicas por cada tratamiento, tomando como tratamiento las dietas y réplica las jaulas. Los datos se procesaron con un análisis de varianza (p<0,05) de clasificación doble con arreglo factorial para determinar el efecto de las dietas empleadas el período de medición y su interacción. La comparación múltiple de las medias de los tratamientos se realizó mediante la prueba de Newman-Keuls. Para probar la normalidad de los datos se empleó la prueba de Kolmogoruv-Smorwov, y la prueba de Barttlet para probar la homogeneidad de varianza entre tratamientos.

El peso final de las gallinas se procesó con un análisis de varianza (p<0,05) para determinar el efecto de las dietas, tomando el peso final como variable. Todos los datos de análisis estadísticos se realizaron con el paquete estadístico: (2006) “statistica for Windows” versión 6.0 (2006).

Resultados

Al iniciar el experimento en la semana 26 y pasadas 24 horas de descanso, se procedió a determinar el peso vivo promedio de los animales en cada grupo, determinándose que existió diferencia significativa entre los grupos 1 y 2 con respecto al grupo 3 (p<0.05), alcanzando el mayor peso este último (Tabla 1).

El peso promedio de cada uno de los grupos está en correspondencia con el establecido para la edad y la línea de gallinas utilizadas. Al observar el Gráfico 1, se puede apreciar que los grupos 1 y 2 mantuvieron una producción estable durante todo el período experimental, alcanzando para el grupo 1 índices de puesta de 76, 81, 80 y 81%, mientras que para el grupo 2 fueron de 77, 81, 80 y 80% en las semanas 29, 36, 42 y 49, respectivamente. En el caso del grupo 3, donde el consumo de HCP fue elevado, el descenso en la producción de huevos se notó rápidamente, llegando los índices de puesta a estar por debajo de 40% a partir de la semana 36.

El efecto conjunto de los tratamientos y los días de muestreo (interacción), para el inicio y final de la prueba, se observa en las Tablas 2 y 3.

En el cuarto muestreo (semana 49), el efecto de la interacción mostró también, respuesta significativa (p<0.05) para la altura de la clara densa. Con relación al peso final de las gallinas, en comparación con el peso inicial no se observó diferencia significativa. En la última semana del experimento se procedió a determinar el índice de rotura de los huevos y se comprobó que fue de 3,90; 3,59 y 2,95; lo cual denota que en la medida que aumentó la HCP en la ración, disminuyó la resistencia de la cáscara a la rotura.

Discusión

Según Grobas et al. (2006) se ha comprobado que a niveles elevados de FB reducen la ingesta energética, lo trae como consecuencia una disminución de la producción de huevos. Esta pudiera ser la explicación a los resultados que se exponen en el Gráfico 1, ya que al elevarse el contenido HCP en la dieta provoca que esté disponible una mayor cantidad de FB, ya que el tratamiento 3, al hacer el cálculo de consumo de energía, se comprueba que es de 1.32 MJ de EM/ave/día, inferior al 1.39 y 1.40 MJ EM para el primer y segundo tratamiento, respectivamente.

En el tratamiento 3 el alto contenido FND de la caña presenta como el factor determinante en la baja producción de huevos. Marrero (1998) expresa que por los altos por cientos de FND de la caña de azúcar presenta un mayor número de esclerenquima, lo que supone que el tratamiento 3 con mayor nivel de inclusión de HCP presenta una disminución de la energía y por consecuente una baja producción de huevos. Sin embargo, en la Tabla 3 se pueden apreciar varios detalles interesantes, en primer lugar, en el experimento se confirma lo planteado por Wright (2004) que a medida que aumenta la edad de las gallinas ponedoras aumenta el peso del huevo.

Summer y Leeson (1983); Zaviezo (2004) refieren que la composición corporal de las gallinas influye en el tamaño del huevo al inicio de la puesta, asimismo el efecto del tamaño corporal sobre el peso de los huevos, ya que las gallinas de los 2 primeros tratamientos aumentaron ligeramente el peso y el con el tratamiento 3 se mantuvieron estables, este precisamente es el segundo detalle a tener en cuenta, pues esto mismo autores plantean que existen diferentes factores que afectan el peso del huevo como la edad de la gallinas, la genética, las condiciones ambientales, los medicamentos, el manejo y la alimentación, siendo este último el más importante, especialmente debido a la influencia que tiene el contenido de PB de la dieta y la calidad de las misma, por tanto en el tratamiento 3, aún cuando el nivel de FB es mayor que los otros dos tratamientos, las gallinas dispusieron de un nivel elevado de proteína de alta calidad aportado por el pescado.

Según Zaviezo (2004) el adecuado suministro de proteína y aminoácidos es esencial para producir un buen tamaño de huevo, debido a que el 50% de la porción sólida de un huevo está constituida por proteína. Aunque se ha concluido que el factor nutricional más importante es nivel de aminoácidos, la metionina tiene a su vez un efecto específico en el peso de los huevos más allá que el resto de los aminoácidos. Otro aminoácido esencial es la lisina, que en niveles bajos inciden en el peso y producción de huevos.

Los resultados que exponen en las Tablas 2 y 3 acerca de la interacción significativa que se obtuvo en la altura de la clara densa en ambos momentos (29 y 49), revisten una importancia capital, ya que debe tenerse en cuenta que más del 90% de la materia seca de la clara está constituida por proteínas, por tanto el incremento de la yema es sinónimo de huevos con un menor contenido de lípidos, calorías, y especialmente colesterol (Simmons y Summer 1983).

En las tablas antes mencionadas, la altura de la clara densa favoreció al tratamiento 3, lo que indudablemente es una influencia de la característica de la dieta consumida, coincidiendo con lo planteado Whitehead (1995) y Rodríguez et al. (2005), quienes al revisar los factores que influyen en la composición del huevo, indican que el nivel de proteína en el mismo aumenta ligeramente al aumentar la proteína de la dieta y que la cantidad de la clara depende del equilibrio en aminoácidos que aporta la proteína de la dieta, así, una deficiencia en lisina y metionina reduce el peso de la clara.

Conclusiones

• Se confirmó que con 20% de inclusión de HCP en el pienso, no afectó la producción de huevos.
• Aún con niveles altos de consumo de HCP el peso vivo de las gallinas no se afecta hasta la semana 49.
• La inclusión de HCP contribuyó a mejorar la calidad de los huevos.

Recomendaciones

• Continuar desarrollando investigaciones para buscar el nivel de inclusión de HCP, que permita un punto de equilibrio en cuanto a la producción de los huevos.
• Desarrollar investigaciones incluyendo diferentes niveles HCP en gallinas semirrústicas.
• Utilizar HCP como componente de la dieta para obtener huevos de mayor calidad nutritiva.

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