La importancia de la Betaína en la industria animal

Ing. Gustavo G. Draghi R.
SilvaTeam Perú Comercial S.A.C.
gdraghi@silvateam.com

La betaína o betaína-glicina, es un metabolito natural incoloro, encontrado en muchos organismos vivos, especialmente en aquellos que crecen en el ambiente marino. Debe su nombre a su aparición en la remolacha de azúcar (Beta vulgaris).

Síntesis:

La betaína se puede obtener por reacción del ácido monocloro-acético con trimetilamina:

Cl-CH2-CO2H + (H3C)3N -> (H3C)3N(+)-CH2-CO2(-) + HCl

La reacción se lleva a cabo calentando una mezcla de los productos de partida en agua.

Al comercio llega como tal (Betaína HCl) o como en forma de su monohidrato (H3C)3N(+)-CH2-CO2H OH(-).

Aplicaciones más comunes:

La betaína se encuentra en la formulación de algunos preparados tensoactivos, en formulaciones de cosméticos o en complementos de alimentación.

En medicina se utiliza como principio activo útil en el metabolismo humano.

Además, tiene una aplicación biotecnológica en los laboratorios de biología molecular, usándose habitualmente como complemento en las reacciones en cadena de la polimerasa, mejorando el rendimiento de la reacción.

Se está investigando su aplicación en sistemas de transferencia de energía térmica.

Aplicaciones en animales de producción:

La betaína está envuelta en algunos procesos bioquímicos de transferencia del grupo metilo.

En los animales, la molécula de betaína es un donante de grupos metilo, excepcionalmente eficiente, que también sirve como sustancia protectora de la presión osmótica ya que es un osmolito que actúa reduciendo el trabajo de las bombas iónicas celulares (bomba Na-K).

1) Como donante de grupos metilo, la betaína puede hacer una contribución significativa al ciclo de metilación, una vía metabólica clave.

Permite ahorrar metionina y reducir el costo de las dietas ya que la betaína, metionina y colina son fuentes de donadores de grupos metilo que juegan un rol importante en las reacciones de metilación. En su función como donador de grupos metilo, la betaína puede reemplazar a la metionina o a la colina, reduciendo así, el costo de la dieta (EsteveGarcia & Mack; 2000).

En aves, por ejemplo, esto significa que las dietas pueden ser formuladas sin la adición de cloruro de colina, ya que las materias primas, normalmente proveerán suficiente colina para las funciones esenciales, tales como la síntesis de acetilcolina y fosfolípidos.

El cerdo puede incluso sintetizar su propia colina, teniendo en cuenta que se suministren los grupos metilo adecuados y, claramente, la betaína puede ayudar en esta función (Feng & Yu; 2001).

La metionina puede también actuar como donante de grupos metilo, pero la betaína es más eficiente en este proceso, así que también podría reemplazar a la metionina en esta particular función.
En la práctica, esto significa que parte de la metionina en las dietas puede ser reemplazada por betaína, siendo el resto utilizada para la síntesis de la proteína y la deposición de carne magra. Estas dos posibilidades aumentan aún más las opciones de reducir costos para los nutricionistas que formulan las dietas (Zhan, et. al; 2006).

La betaína clorhidrato, es un complemento nutricional utilizado desde hace más de cien años para restablecer la acidez gástrica de manera natural y estimular la función digestiva.

2) Las bombas iónicas controlan la entrada y salida de agua de las células, y consumen relativamente una gran cantidad de energía; por lo que la betaína, contribuye a mantener un balance electrolítico estable dentro de las células, protegiendo las enzimas y las membranas de la inactividad osmótica, mejorando el balance de agua y previniendo el estrés por calor (Hamidi, et. al.; 2010). Ayuda en la homeostasis del agua en las células ya que tiene un excelente efecto como osmolítico y puede mejorar la efectividad de las drogas anticoccidiales (Hamidi, et. al; 2010), prevenir diarreas en lechones y aumentar la tolerancia de los langostinos y salmónidos a las aguas de mar altas en salinidad y osmolaridad (Guérin, M; 2000).

Ahondando cada vez más en la investigación, se ha confirmado que la betaína incrementa las habilidades antiestrés de los animales al estar envuelta en la modulación nutricional de las funciones inmunes debido a su influencia en la producción de anticuerpos y la actividad fagocítica. Por lo tanto, puede mejorar las funciones inmunes (Hamidi, et al; 2010).

3) Favorece el rendimiento físico y atlético, especialmente debido a su capacidad para aumentar los niveles de óxido nítrico en el organismo.

Actúa como un modificador de la carcasa, ya que, por ejemplo, en el engorde de cerdos se aprovecha que la betaína influye sobre las hormonas que regulan el crecimiento, fomentando la formación de proteínas y favoreciendo la metabolización de las grasas. Además, se reduce la excreción de compuestos nitrogenados.

La betaína puede reducir la acumulación de grasa y mejorar la relación de carne magra debido a sus efectos en el metabolismo lipídico y la síntesis de proteína (Maghoul, M.A; et. al., 2009).

Puede prevenir la presencia de hígados grasos y mejorar la calidad de las carcasas (Zhan, et. al.; 2006).

Ayuda al hígado a protegerse de sustancias hepatotóxicas como el etanol o el tetracloruro de carbono, actúa positivamente sobre la esteatosis hepática, los cálculos biliares y la hiperglucemia.

4) En las piscifactorías, especialmente en el engorde y la pesca de las carpas, salmónidos y crustáceos se utiliza este producto como un extraordinario atractante (Polat & Beklevik; 2005).

Betaína HCl:

La betaína clorhidrato, también denominada clorhidrato de betaína, hidrocloruro de betaína o betaína hidroclorhídrica, es un complemento nutricional utilizado desde hace más de cien años para restablecer la acidez gástrica de manera natural y estimular la función digestiva.

La betaína, en su forma ácida (Betaína HCl) es un acidulante natural diseñado para compensar la disminución de la acidez gástrica que afecta a los monogástricos, tiene además la ventaja de complementar la producción natural de ácido hidro clorhídrico, el cual es un nutriente no esencial y un químico natural que se genera en el estómago y ayuda a digerir el alimento, desdoblando grasas y proteínas.

Favorece la digestión de las proteínas al activar la pepsina, una enzima digestiva secretada por otras células del estómago, que descompone las proteínas en aminoácidos esenciales y en micronutrientes, gracias a la activación del pepsinógeno. Esta última sólo es eficaz cuando el estómago está muy ácido.

Estimula el páncreas y el intestino grueso para acentuar la producción de las enzimas digestivas y la bilis, dos elementos indispensables para la digestión de los glúcidos y de los ácidos grasos.

En particular, la Betaína HCl es necesaria para una adecuada absorción de proteína, calcio, vitamina B12 y Fierro. Favorecer la absorción del hierro, del zinc, del magnesio, del ácido fólico, de la vitamina C y de la vitamina A.

Los alimentos, tras su paso por el esófago, ingresan al estómago, el cual se carga inmediatamente de ácido hidro clorhídrico, líquido muy ácido secretado por las células parietales y es tan potente que destruye la gran mayoría de bacterias que penetran en el tubo digestivo junto a los alimentos.

El bajo pH del ácido hidro clorhídrico del estómago, destruye las bacterias y microorganismos ingeridos, disminuyendo la infección por levaduras y bacterias, previniendo futuras infecciones. De esta manera, unos investigadores han demostrado que la bacteria patógena E. coli, una de las bacterias patógenas más mortíferas, está inactivada cuando el estómago está suficientemente ácido.

Referencias:

Para acceder a la biobliografía del artículo puede contactarse al correo del autor: gdraghi@silvateam.com

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