Las enzimas cumplen un rol fundamental en el soporte de la aptitud gastrointestinal en producciones libres de antibióticos promotores de crecimiento.
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Equipo Técnico de ilender
La resistencia y preocupación del uso de antibióticos sin criterio en medicina veterinaria han incrementado el número de controles y leyes en el mundo. En Europa, por ejemplo, se ha prohibido el uso de antibióticos para uso como promotores de crecimiento (APC) desde enero del 2006, algunas drogas solo están aprobadas para uso como preventivo y tratamiento con prescripción veterinaria.
En Estados Unidos, en el año 2005, se retiró el permiso del uso de la enrofloxacina en aves por el riesgo en salud pública debido al crecimiento de la resistencia en Campylobacter spp. Desde el uso de un fermentado con tetraciclina en 1950, el uso de antibióticos promotores de crecimiento ayudó mucho a mejorar los resultados productivos. Butolo (2001) en un levantamiento hecho con 265 trabajos publicados en EUA/EU y BRASIL, con resultados de pollos de engorde con uso versus sin uso de las drogas antimicrobianas, encontró una mejora de performance promedio de 3,40% en ganancia de peso y 3,26% en conversión alimenticia.
Bywater y Casewell (2000) encontraron que los animales productores de alimento producen, en el peor de los casos, el 1% de todo el problema de la resistencia antibiótica corroborado por el área médica. Un trabajo en el Reino Unido (2013) posee evidencias científicas que demostraron lo siguiente: “el aumento de la resistencia contra los antibióticos en la medicina humana es el resultado más del uso en humanos que del uso de los antibióticos en los animales”. Por otro lado, el retiro de los promotores puede llevar a pérdidas de la productividad, incremento del costo y como consiguiente, una menor producción de carne, si no se trabaja de forma integral en diferentes puntos que aborden la integridad intestinal.
Dada la creciente presión para limitar el uso de antibióticos promotores de crecimiento en la producción avícola, es conveniente adoptar múltiples enfoques para proteger la salud de las aves, mientras se promueve el crecimiento fuerte y la eficiencia alimenticia.
Los problemas de calidad gastrointestinal son multifactoriales y para su control es necesaria la gestión eficaz en varios puntos del proceso productivo como: calidad de los insumos, granulometría de la ración, manejo productivo y nutrición. Incluso, dentro de la nutrición se optan diferentes estrategias que puedan soportar el mantenimiento de una aptitud gastrointestinal óptima. Por ejemplo, las enzimas PNAsas y los probióticos, aditivos que se han convertido en integrantes de la producción avícola comercial para aumentar la eficiencia de la utilización de los nutrientes y mejorar la salud intestinal de las aves, promoviendo así el rendimiento del crecimiento y reduciendo el costo de producción global.
Las enzimas cumplen un rol fundamental en el soporte de la aptitud gastrointestinal en producciones libres de antibióticos promotores de crecimiento. La composición de la dieta y la digestibilidad de la misma pueden comprometer la salud intestinal.
Las enzimas como las xilanasas degradan los xilanos de la dieta y debido a que los insumos tienen diferentes proporciones de los tipos de xilanos, es importante considera una enzima que pueda actuar tanto en xilanos solubles como insolubles para optimizar sus efectos (Gráfico 1).
Por otro lado, la importancia de degradar estos xilanos, no es solo nutricional, sino también porque favorece la producción de xilo-oligosacáridos, los cuales tienen un efecto prebiótico para el animal. Los xilooligosacáridos favorecen la producción de ácidos grasos de cadena corta como ácido acético, butírico y propiónico, los que a su vez favorecen al desarrollo de una microbiota equilibrada (Keerqin et al., 2017).
El siguiente gráfico muestra la producción de butirato cecal, comparando una dieta control vs. una dieta suplementada con xilooligosacáridos (Keerqin et al., 2017):
Por otro lado, la microbiota intestinal saludable cumple otro rol importante, ya que trabaja como barrera de defensa en el intestino, limitando el crecimiento de bacterias patógenas y apoyando la respuesta inmune.
En resumen, la crianza libre de antibióticos promotores de crecimiento es una tendencia que requiere el trabajo integral de diferentes factores que puedan afectar a la salud intestinal. El uso de aditivos alimenticios que puedan apoyar de diferentes formas a mantener un intestino saludable, debe estar acompañado de un correcto manejo productivo y una buena bioseguridad.
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