Artículo de opinión: Sr. Mario Klatich
Director de Solvet – Consultor en Gestión Estratégica Avícola
Actualmente, enfrentamos un gran desafío debido a la inestabilidad global provocada principalmente por los conflictos armados y el cambio climático. Los precios de los insumos importados se han incrementado, y en el caso de la avicultura y la porcicultura, mercados que aún no tienen una capacidad sólida de exportación, nuestro crecimiento depende en gran medida de asegurar insumos a costos razonables para mantener la viabilidad económica.
En lo que respecta a la importación de granos, Argentina ha sido un aliado estratégico durante muchos años. Aunque el país enfrenta dificultades económicas, sus reservas agrícolas le permiten competir en el mercado de exportación y mantener su producción local. Esto es esencial para su industria avícola y para satisfacer su demanda interna. Esta
situación nos obliga a buscar alternativas en otros países de la región que puedan suministrarnos insumos de manera competitiva.
En el ámbito de la sanidad aviar, la amenaza de la Influenza Aviar sigue siendo una preocupación constante, ya que las aves migratorias son portadoras del virus. Debemos centrarnos en reforzar la bioseguridad a nivel nacional y de granja. Observando de cerca las estrategias normativas y de vacunación utilizadas en países de América del Norte, que
han logrado mantener la eficiencia de sus granjas durante más de una década a pesar de la presencia continua de esta enfermedad.
El momento actual nos exige adaptación y flexibilidad para asegurar la sostenibilidad de nuestros sectores avícola y porcino. La inversión en tecnología y prácticas sostenibles es fundamental. Al mismo tiempo, debemos diversificar nuestras fuentes de insumos y fortalecer la bioseguridad para proteger nuestra industria. Estas son las áreas en las que debemos enfocarnos para afrontar el desafiante panorama mundial y seguir avanzando.
La colaboración entre los actores del sector, el gobierno y las instituciones es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria y el bienestar de nuestros productores y consumidores. La industria avícola y porcina debe estar dispuesta a adaptarse y afrontar estos desafíos de manera conjunta para lograr un futuro exitoso.
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