Lucta GranColombiana
División de Zootecnia
La modificación del equilibrio ácido-base ayuda a regular el ritmo de vaciado del estómago e influencia en la morfología de la mucosa al aumentar la longitud de las vellosidades y, por lo tanto, su capacidad de absorción. Los ácidos orgánicos e inorgánicos tienen también propiedades antibacterianas. Junto con la flora saprofita, contribuyen al control del crecimiento microbiano intestinal de especies potencialmente patógenas y causantes de diarrea.
La mejoría en la digestión, en la absorción de nutrientes y el equilibrio de la flora intestinal, proporcionada por el uso de aditivos acidificantes en la dieta, aumentan los parámetros productivos y reproductivos como la conversión e ingesta de alimento, el aumento de peso, un mejor perfil lipídico y calidad de la carne y la canal. Una dieta suplementada con acidificantes aumenta la apetecibilidad y la digestibilidad del alimento. Además, previene los desórdenes gastrointestinales mediante la reducción de la capacidad tampón de los alimentos concentrados y por sus propiedades antibacterianas.

Complementar la acidificación para obtener beneficios adicionales
En los últimos años, los aceites esenciales también han ganado la atención de la industria ganadera. Los aceites esenciales presentan diversos efectos en los animales, entre ellos, estimulación del apetito, aumento de la digestibilidad y absorción de nutrientes, actividad antimicrobiana, propiedades antioxidantes y refuerzo del estado inmunológico del animal.
Así, los aceites esenciales ayudan también a mejorar el rendimiento animal. Además, su mezcla con ácidos orgánicos puede proporcionar mejores resultados que el uso de un solo aditivo, tanto en pollos de engorde como en lechones.
Los ácidos también proporcionan una fuente de energía durante el metabolismo intermediario, estimulan el sistema inmune, y reducen la excreción de minerales y nitrógeno. Así, controlan su descarga en el medio ambiente. Además, la suplementación con ácidos orgánicos puede contribuir a la retención de minerales y a la mineralización de los huesos, y a un aumento de la producción de huevos en ponedoras.
Los efectos positivos que ofrecen estos aditivos en la salud animal se ven resaltados cuando esta se ve comprometida. En aves sufriendo estrés calórico, la mejoría de las condiciones físicas y fisiológicas permite hacer frente a los aumentos repentinos de temperatura y así, incrementan su rendimiento. La mezcla de ácidos también puede mejorar las ganancias diarias y el crecimiento de pollos de engorde infectados con síndrome de mala absorción, o mejorar la respuesta inmune y la morfología intestinal, al aumentar el crecimiento y al reducir la diarrea en lechones infectados con E. coli.
Beneficios de la granja a su bolsillo
Por su papel en la digestión de los alimentos concentrados, la digestibilidad y absorción de los nutrientes, y sus efectos en la flora intestinal (al inhibir patógenos sin afectar a las bacterias beneficiosas), el uso de agentes ácidos y otros aditivos incrementa notablemente la salud de los animales y los parámetros productivos. En consecuencia, se reducen los costos de producción y aumenta la eficiencia económica. Además, ayudan a combatir la zoonosis y reducen el impacto ambiental, por la reducción en excreción de materia seca y minerales.
Una mala salud intestinal supone grandes desafíos para la industria animal, mayormente enfermedades asociadas con la disminución del rendimiento y del crecimiento, y el aumento de la mortalidad.
Para ayudar a prevenir problemas de ingesta y desórdenes gastrointestinales de forma económica, Lucta ha desarrollado la gama de acidificantes Luctacid®. La mezcla sinérgica de ácidos orgánicos e inorgánicos de Luctacid® reduce la capacidad tampón de los alimentos concentrados y permite la optimización del ácido clorhídrico para la digestión gástrica. Estos agentes estabilizan la flora intestinal al amortiguar el impacto producido por las bacterias patógenas en los animales y al aumentar el crecimiento animal. Luctacid® ofrece acidificación asequible y efectiva para los animales y mejora las ganancias del sector productivo.
Resumen
Una buena salud intestinal es fundamental para el rendimiento y bienestar animal. Para ello, la acidez en el tracto gastrointestinal proximal es clave, puesto que optimiza la actividad de las enzimas digestivas y proporciona una barrera contra patógenos. Cuando esta se ve comprometida, los acidificantes, entre otros aditivos, ofrecen una alternativa eficaz para la reducción de la capacidad tampón de los alimentos concentrados y el control de la flora intestinal.
Por sus mejoras en la digestibilidad y la absorción de nutrientes y, consecuentemente, en la reducción de la excreción de minerales, estos agentes aumentan la producción y la productividad animal y la hacen más sostenible.
Bienestar y productividad animal: un reto constante
Una mala salud intestinal supone grandes desafíos para la industria animal, mayormente enfermedades asociadas con la disminución del rendimiento y del crecimiento, y el aumento de la mortalidad. Un tracto gastrointestinal sano es esencial para la digestión y absorción de nutrientes, el desarrollo y la regulación del sistema inmune, y la protección contra patógenos al influir notablemente en el crecimiento animal y el uso eficiente del alimento.
Durante este período el desarrollo funcional de la barrera mucosa intestinal se ve afectado, y algunas funciones fisiológicas del tracto gastrointestinal no se remodelan lo suficientemente rápido para hacer frente a los cambios y mantener el rendimiento del animal. La incapacidad del sistema digestivo, aún inmaduro, de afrontar los cambios en la alimentación durante el destete disminuye la digestibilidad y promueve la colonización de patógenos, ocasiona diarreas y un crecimiento deficiente.

Durante este período, la baja secreción de ácidos, la falta de sustrato de lactosa, la alta capacidad de amortiguación de los ingredientes del alimento y la variabilidad en el consumo de alimentos tienden a aumentar el pH del estómago. Además, la exposición tardía a la proteína vegetal de los alimentos de fase ocasiona la fusión y el acortamiento de las microvellosidades intestinales, que reduce la capacidad de absorción en el tracto gastrointestinal, las secreciones digestivas y la digestibilidad de la proteína.
Esto ocasiona un desequilibrio de la flora intestinal, favoreciendo a los gérmenes patógenos como Escherichia coli y causa problemas digestivos debido al deterioro de la función de la barrera intestinal y al aumento de su permeabilidad, y provoca una disminución del crecimiento.
En animales donde no ocurre el destete, como en aves, la salud intestinal y la acidez son también fundamentales por su función antibacteriana. Además, el estrés por calor supone una dificultad adicional para la producción avícola (Figura 1). Este se agrava a medida que el ave crece, disminuye su tasa de crecimiento, conversión de alimento y supervivencia. Las temperaturas cíclicas también alteran profundamente la flora intestinal y favorecen las bacterias patógenas.
Se presume que estos efectos se deben a la alteración del equilibrio ácido-base. La supervivencia dependerá de la temperatura, la duración de la ola de calor, y de la capacidad de las aves de modificar su comportamiento y actividad fisiológica en presencia de este desequilibrio.
Durante muchos años, la principal defensa frente a las infecciones de patógenos y problemas de salud y crecimiento animal han sido los antimicrobianos como promotores del crecimiento. Sin embargo, su restricción por las crecientes preocupaciones sobre salud pública y seguridad alimentaria y ambiental ha desencadenado una búsqueda de alternativas adecuadas. Entre estas se encuentran los pre- y pro-bióticos, ácidos orgánicos, o los aceites esenciales.
Ácidos orgánicos e inorgánicos: acidificación eficaz, rentable y sostenible Entre los aditivos más efectivos se encuentran los ácidos orgánicos y sus sales; sobre todo, los ácidos grasos de cadena corta y los ácidos grasos de cadena media. Por su carácter multifuncional, los ácidos orgánicos e inorgánicos se han usado extensamente en nutrición de animales de ceba y aves de corral para preservar alimentos concentrados y para mejorar la digestión y absorción de nutrientes. Así, optimizan la salud y el rendimiento animal.

Además, las sales orgánicas son más solubles en agua, son de fácil manejo durante la producción de los alimentos concentrados y son insípidas y huelen menos, por lo que no influyen en la ingesta del alimento.
Los acidificantes reducen el pH gástrico a uno óptimo para una rápida hidrólisis ácida, y que permite la actividad de la pepsina y la producción de péptidos, los cuales estimulan la secreción pancreática de enzimas proteolíticos y de bicarbonato.

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