El binomio inflamación / permeabilidad intestinal… Un valor en alza

Nuevos desarrollos de productos en base a extractos vegetales, de acción antiinflamatoria y antioxidante, así como sustancias de acción antibiótica o moduladora de la microbiota van a ser elementos que deberemos tener en consideración a la luz de esta nueva realidad.

Autor:
José Ignacio Barragán

CEO Galimetría

Todos sabemos de la importancia que se le ha venido dando en los últimos tiempos al concepto salud intestinal como el objetivo básico de la producción de aves, especialmente en pollos de carne.

La prohibición, o la regulación más rigurosa, de los promotores de crecimiento obligaban a una mejora de las condiciones del intestino, a través del empleo de dietas más digestibles, o de alternativas a dichos promotores.

De alguna manera esta fase está superada, y podemos decir que en muchos lugares del mundo el uso de promotores hace tiempo que es historia, sin que los datos productivos se hayan alterado de forma significativa. Es posible producir pollos de alta calidad y con buen resultado zootécnico sin su empleo.

A pesar de lo cual se siguen investigando nuevas líneas de mejora, nuevos aditivos, nuevos probióticos o combinaciones de productos para mejorar aún más estos valores.

La siguiente pregunta es si realmente es necesario seguir mejorando los datos técnicos, o si esta es la principal vía de trabajo para el futuro. Personalmente, creo que pueden existir elementos de producción más importantes que los puros datos zootécnicos.

Por supuesto, los parámetros de calidad de canal, vida útil de producto, color, etc, son cada vez más importantes. Y un nuevo argumento viene a condicionar la producción animal con la progresiva reducción del uso de antibióticos en campo, como consecuencia de la aparición de multiresistencias antibióticas en medicina.

Producir sin promotores de crecimiento se ha demostrado que es posible, producir sin el uso de antibióticos curativos también lo es, pero exige una nueva reordenación de nuestras ideas.

Ganará aún más peso el concepto digestibilidad de la dieta, deberemos estar más atentos a factores como la presentación física del alimento. El control de la población bacteriana del intestino será aún más importante, y, creo que deberemos prestar mucha más atención que en la actualidad al binomio inflamación/permeabilidad intestinal.

Hay una gran variedad de factores que pueden conducir a la inflamación del tejido intestinal.

La presencia de micotoxinas, factores antinutricionales de las materias primas, grasas en malas condiciones, presencia de Eimerias, disbiosis producidas por causas diversas y muchos otros.

En cualquier caso, es muy probable que esta inflamación se acompañe de una relajación de las uniones firmes intestinales.

Estas uniones firmes son las estructuras que mantienen unidos los enterocitos en la pared del intestino, a modo, no de pegamento, si no más bien como un velcro, capaz de abrirse o cerrase parcialmente.

La función de dichas estructuras, formadas fundamentalmente por proteínas, como la claudina, la ocludina y otras, es mantener la cohesión del tejido y permitir el paso a través de ciertas sustancias y de agua.

Si estas uniones firmes se relajan, se hace posible el paso de forma sencilla de moléculas de mayor tamaño, lo que puede causar fenómenos de alergia, por ejemplo la enfermedad de Crohn, o de ciertas bacterias que pasarán a la sangre y se podrán distribuir por los tejidos.

Esta traslocación bacteriana se ha demostrado que se relaciona por ejemplo con ciertos procesos de lesiones óseas (necrosis de cabeza de fémur, espondilolistesis, cojeras) o septicemias.

Y estos procesos serán más difíciles de tratar en el futuro si el uso de antibióticos en campo queda limitado.

Estos procesos patológicos de origen intestinal están detrás de una buena parte de las cojeras que afectan a los lotes de pollos de buen desarrollo, y que de alguna manera se suelen asociar con problemas de origen nutricional, aunque realmente es el resultado de una combinación de factores, de los que sin duda la presencia de gérmenes de origen digestivo puede ser uno de los más importantes.

Por otra parte, el aumento de la permeabilidad intestinal puede significar un incremento de la excreción de agua en el epitelio, con una aumento de la humedad de las heces, que se relaciona con humedad de la cama y, finalmente, un posible problema de pododermatitis.

Este proceso no solo significa pérdidas económicas, por las ventas a ciertos países de las patas; en el caso de la UE se considera un elemento determinante de bienestar animal, por lo que la presencia de pododermatitis puede comprometer de forma notable la densidad de cría en las explotaciones.

Son, por tanto, un buen número de situaciones de riesgo las que pueden estar determinadas por el binomio inflamación/permeabilidad. Y el conocimiento, por un lado, de los factores de riesgo inflamatorio (temperaturas ambientales, calidad de materias primas, presencia de toxinas en el alimento), y por otro, de los factores de establecimiento, mantenimiento y alteración de la permeabilidad epitelial será preciso en un intervalo corto de tiempo para minimizar los riesgos asociados con este riesgo.

Nuevos desarrollos de productos en base a extractos vegetales, de acción antiinflamatoria y antioxidante, así como sustancias de acción antibiótica o moduladora de la microbiota van a ser, estoy seguro, elementos que deberemos tener en consideración a la luz de esta nueva realidad.

Deja un comentario